BAGDAD.- El viceprimer ministro de Irak, Tarek Aziz, prometió hoy que su país cooperará más con la ONU pero también advirtió que "responderá" en caso de ataque, en la primera reacción de Bagdad al informe de los inspectores de armas de Naciones Unidas.
En una entrevista desde esta capital a la cadena de televisión estatal de Canadá CBC y recogida por medios informativos locales, Aziz combinó así los dos mensajes que el régimen iraquí alterna desde el inicio de la crisis: el del desafío y la promesa de una mayor colaboración con la comunidad internacional.
"Piden una mayor cooperación en el futuro. Muy bien, así lo haremos", dijo el viceprimer ministro del régimen del presidente iraquí, Saddam Hussein, en respuesta a la petición formulada ayer ante el Consejo de Seguridad por los jefes de la inspección de armas de la ONU, Hans Blix y Mohamed El Baradei.
Aziz aseguró que entre Irak y los expertos en desarme sólo hay desacuerdo en dos aspectos: el sobrevuelo de los aviones espías U2 por todo el país y sobre las entrevistas en privado de los inspectores con los científicos que participaron en los programas de armamento iraquíes.
En ese sentido, dio a entender que el régimen de Bagdad tratará de solucionar ambas divergencias, al adelantar que "en el futuro, vamos a satisfacer todas las necesidades de los inspectores".
En la misma entrevista, recogida por la agencia oficial de noticias iraquí INA, Aziz precisó, no obstante, a continuación que "por supuesto que responderemos a las tropas estadounidenses en caso de una agresión. Es una acción legitima".
De producirse un eventual ataque, "los estadounidenses están convencidos de que serían recibidos (en Irak) con flores, pero puedo asegurar que no serían recibidos con flores, sino con balas. Hemos repartido cientos de miles de armas y confiamos en nosotros mismos", afirmó.
Tarek Aziz lanzó una velada amenaza también a Kuwait, el vecino del sur y donde se concentra el mayor número de las fuerzas militares norteamericanas desplegadas en el Golfo Pérsico para una posible invasión terrestre de Irak.
"Kuwait es un campo de batalla en la medida en que las tropas se preparan allí para atacar. Si atacan desde Kuwait, no puedo decir que no responderemos" contra el emirato, advirtió.
La advertencia al país limítrofe coincide con el envío al secretario general de la ONU, Kofi Anan, de una carta en la que el ministro iraquí de Exteriores, Naji Sabri, protestó por "la violación" llevada a cabo por Kuwait del acuerdo de paz que firmó con Irak en 1991, tras la Guerra del Golfo.
Sabri denunció en la misiva que 33 tanques y cuatro vehículos militares norteamericanos penetraron desde el emirato a la zona desmilitarizada establecida entre Irak y Kuwait tras aquella contienda, lo que se suma a la instalación en el área de un puesto de observación militar estadounidense.
El jefe de la diplomacia iraquí califica esas acciones de "actos hostiles y agresivos contra Irak en un área que se encuentra bajo supervisión del Comité de la ONU para la Observación de Irak y Kuwait (UNIKOM)", vigente desde el fin del conflicto de hace doce años.
Los inspectores de la ONU visitaron hoy una fábrica de misiles situada en Taji, a unos veinte kilómetros al norte de Bagdad, y una instalación de productos químicos de la empresa Al Furat, al oeste de esta capital, con lo que reanudaban un trabajo, que según se desprende de las declaraciones ayer de Blix y Baradei proseguirá al menos durante varias semanas.