BERLIN.- Conscientes de la división de posturas en la Unión Europea (UE) ante una posible guerra contra Irak, analistas y comentaristas alemanes se preguntaban este viernes qué actitud adoptarán las autoridades francesas, porque si decidieran unirse a una operación militar dejarían a Alemania en un aislamiento doloroso.
"En caso de guerra, el Canciller Gerhard Schroeder estará solo", tituló el diario Berliner Zeitung y subrayó que Francia nunca había excluido la posibilidad de participar en un conflicto bélico contra Irak.
"Cuando se trate de pasar a lo serio, el Presidente francés Jacques Chirac estará al lado de Estados Unidos", estimó el diario conservador Die Welt, único medio de comunicación alemán que aplaudió la carta de apoyo al Presidente estadounidense George W. Bush, firmada por ocho países europeos.
El diario afirmó que esperaba que esa iniciativa sirva de lección al Gobierno del socialdemócrata Schroeder, "que utiliza desde hace seis meses el conflicto iraquí para intereses de política interior".
Desde el verano (boreal), el Canciller se declaró categóricamente opuesto a una intervención militar en Irak, incluso con un mandato de las Naciones Unidas.
El 21 de enero, a dos semanas de las elecciones regionales que deberían dar a la oposición conservadora una mayoría absoluta en la cámara alta del Parlamento, Schroeder fue todavía más lejos. "No cuenten con Alemania para aprobar una resolución (de la ONU) que legitime la guerra", dijo en esa oportunidad.
Con estas declaraciones, el Canciller "cerró la puerta y cortó todo margen de maniobra en el Consejo de Seguridad de la ONU", declaró el presidente de la comisión parlamentaria de Defensa en la Asamblea Nacional francesa, Guy M. Teissier.
En cambio, Chirac "no se prohibió en ningún momento de forma irreversible" un posible apoyo francés a una intervención en Irak si se comprobase que Bagdad posee armas de destrucción masiva, subrayó Teissier.
Klaus-Dieter Schwarz, experto en seguridad del Instituto de investigación sobre política internacional (SWP), considera que esas divergencias ponen en entredicho la solidez de un acuerdo franco-alemán sobre Irak.