KINSHASA.- Al menos 160 personas murieron por los efectos de tornado que azotó la parte central de la República Democrática de Congo (RDC), confirmó hoy jueves el ministro de Sanidad congoleño, Mashako Mamba.
El tornado, con vientos de hasta 240 kilómetros por hora, asoló el domingo pasado la localidad de Bandundu, a 320 kilómetros al norte de Kinshasa, durante apenas quince minutos.
Unas 1.700 personas resultaron heridas, de las cuales 200 se encuentran en estado crítico, confirmó el ministro, quien viajó hoy en compañía del Ministro del Interior, Theophile Bemba, a la zona siniestrada.
La mayor parte de las víctimas murió como consecuencia del derrumbe de las casas y chozas.
Más de 15.000 personas ha quedado sin amparo por la destrucción de sus viviendas.
El ministro Mamba confirmó que se teme una ola de hambre y epidemias en la zona debido a que "incluso los cultivos fueron arrancados del suelo por el viento huracanado".
Las noticias sobre el devastador tornado no llegaron a Kinshasa hasta tres días más tarde debido a lo remoto del zona, unida a la capital Kinshasa mediante un vuelo semanal o en barco, bajando el río Congo.
Al llegar el miércoles las primeras noticias del desastre, aviones con medicamentos fueron enviados a la zona, con varios equipos de cirujanos.
Las autoridades pidieron hoy la ayuda de las organizaciones no gubernamentales (ONG) internacionales especializadas en desastres.
La situación en la zona ya era de miseria generalizada puesto que la RDC está recién salida varios años de guerras civiles que dejaron más de tres millones de víctimas y debido a que en ciertas partes del país aún se enfrentan movimientos rebeldes rivales.