LONDRES.- El Primer Ministro británico, Tony Blair, fue acusado este viernes de recurrir a los mismos juegos de propaganda que le atribuye al líder iraquí Saddam Hussein, después de que fragmentos de un informe "de inteligencia" sobre Irak resultaron ser un plagio de documentos académicos.
El informe, publicado esta semana en un cibersitio del gobierno, dijo que Irak había montado una enorme campaña para engañar e intimidar a los inspectores de las Naciones Unidas que buscan armas prohibidas en el país árabe.
El más reciente de una serie de documentos británicos concentrados en la presunta amenaza de Hussein y en lograr el apoyo a una posible guerra liderada por Estados Unidos, fue elogiado por el secretario de Estado norteamericano Colin Powell el miércoles en el Consejo de Seguridad de la ONU.
El informe clamaba haber recopilado información de "varias fuentes, entre estas material de inteligencia". Pero el viernes, avergonzados funcionarios admitieron que una gran parte del informe fue copiada palabra por palabra -incluyendo errores gramaticales- de la tesis de un estudiante.
Políticos escandalizados acusaron a Blair de confundir a la opinión pública y dijeron que puso en duda la credibilidad de los argumentos contra Hussein.
"Ese es el tipo de cosas que el propio Saddam Hussein hace", dijo Jenny Tonge, del opositor partido Demócrata Liberal.
Un ex viceministro de Defensa de Blair, Peter Kilfoyle, dijo que quedó conmocionado al ver que el gobierno estaba tratando de convencer a los británicos con "pruebas tan débiles".
Glen Rangwala, un especialista en Irak de la Universidad de Cambridge que analizó el informe del gobierno británico, le dijo a Reuters que 11 de sus 19 páginas fueron "tomadas completamente de documentos académicos".
"Si la naturaleza de la (información de) inteligencia es de hecho investigación de Internet, entonces más bien pone en duda la verosimilitud de las declaraciones previas del gobierno", dijo Rangwala, un crítico de la posición estadounidense y británica sobre Irak.
Ministros británicos han admitido en privado que recopilar información sobre Irak es extremadamente difícil y que los datos de inteligencia sobre Bagdad son "escasos".
Secciones del documento sobre los servicios de seguridad de Hussein se basaron ampliamente en un artículo escrito el año pasado por Ibrahim al-Marashi, un estudiante estadounidense de posgrado, de ascendencia iraquí, que trabaja en el Instituto Monterrey de Estudios Internacionales, en California.
"Me desencanté un poco porque nunca mencionaron mi artículo", dijo Marashi a radio BBC.
"Cualquier académico, cuando publica algo, lo único que pide a cambio es que le den crédito por su trabajo. Hay leyes y regulaciones sobre plagio que uno cree que el gobierno británico respetaría", añadió.
Por su parte, Rangwala dijo que el documento era pobre y al parecer fue recopilado apresuradamente.
El portavoz de Blair insistió en que el documento es fundamentalmente preciso, y que nadie podía disputa el argumento central de que Iraq está tratando de engañar a los inspectores de la ONU.
"En retrospectiva, debimos, para aclarar cualquier confusión, haber reconocido cuáles fragmentos provinieron de fuentes públicas y cuáles de otras fuentes", señaló.
Gran Bretaña, que está enviando decenas de miles de tropas al Golfo Pérsico para apoyar los preparativos estadounidenses de cara a un posible conflicto militar en Irak, también ha sido criticada por un documento publicado en diciembre sobre violaciones de derechos humanos en Irak.
El grupo de derechos humanos Amnistía Internacional acusó a Gran Bretaña de aprovecharse ahora de las violaciones de derechos humanos de Hussein que ignoró en la década de 1980, cuando Hussein, respaldado por Occidente, libró una guerra de ocho años con Irán.