MOSCÚ.- El Presidente ruso, Vladímir Putin, apuesta por la diplomacia para solucionar la crisis con Irak con la gira que mañana inicia en Alemania y Francia, dos de los países que muestran mayor rechazo a los planes belicistas de Washington hacia Bagdad.
Aunque la Casa Blanca ha querido dejar claro que "el juego terminó" y que "la diplomacia internacional ha fracasado", Rusia no tira la toalla e insiste en una salida política que no le obligue a abandonar a su viejo aliado iraquí y optar por sus nuevos intereses con Washington.
El viaje de Putin a Berlín (el 9 y 10 de febrero) y París (hasta el día 12) en una semana crucial para el destino de la crisis iraquí responde al lema reiterado ayer por los ministros rusos de Defensa, Serguéi Ivanov, y Asuntos Exteriores, Igor Ivanov: "Moscú hará todo lo que esté en su mano para evitar la guerra".
Pero si en el Kremlin aún hay ánimos para la batalla diplomática, la opinión pública rusa se muestra más pesimista y tanto los medios de comunicación, como los políticos o expertos militares coinciden en que la tormenta de la guerra está a punto de desatarse sobre Irak.
La prensa de hoy sábado en Moscú era rotunda sobre la escalada de tensión con titulares como "(George W.) Bush decidió ya el destino de Saddam Hussein" (con el que "Izvestia" se refería a los presidentes estadounidense e iraquí, respectivamente), o "Irak: empezó la cuenta atrás", del diario "Trud".
Por su parte "Novie Izvestia" subrayaba que para la nueva guerra en Irak "quedan dos semanas" y coincidía con el secretario de Defensa de EEUU, Donald Rumsfeld, en que el tiempo de los diplomáticos ha dado paso ya a la "política de los portaaviones".
"Novie Izvestia" también se preguntaba en sus páginas si a "Irak le espera la suerte de Yugoslavia", ante las versiones sobre una eventual fragmentación del país una vez desalojado sea la ONU la que decida la suerte de Bagdad.
Tras una reunión con la Duma o cámara baja del Parlamento, el ministro de Asuntos Exteriores ruso urgió ayer a Irak a cooperar más con los inspectores internacionales para quitar argumentos a los partidarios de la salida bélica.
Igor Ivanov subrayó que una campaña unilateral contra Irak "asestará un golpe a las instituciones internacionales y a la autoridad de la ONU, y, naturalmente, producirá un cisma en la coalición antiterrorista" mundial.
"Es mucho lo que está en juego, y por eso mismo Rusia busca con ahínco una solución diplomática al problema iraquí", afirmó Ivanov.
Esta salida política será el punto central de las reuniones de Putin con el canciller alemán, Gerhard Schroeder, y el presidente francés, Jacques Chirac, con quien ya tuvo oportunidad de hablar por teléfono hace dos días.
Entonces, Putin y Chirac señalaron que las posturas de ambos países son similares" respecto a Irak, en un claro aviso de que la resistencia a una guerra por París y Moscú en caso de un nuevo debate en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU pondrá las cosas difíciles a Washington.
EEUU ha aceptado ya que pueda haber una nueva resolución del Consejo de Seguridad sobre Irak que complete a la 1.441 de noviembre pasado, pero el presidente George Bush apremió ayer a los miembros de ese organismo a decidirse pronto.
Rusia ha señalado su rechazo a una nueva resolución si ésta sólo pretende bendecir el ataque a Irak, aunque no ve mal que el Consejo de Seguridad marque plazos a la actuación de los inspectores, que el próximo día 14 deberán presentar su nuevo informe.
Según el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Yuri Fedótov, "los próximos pasos del Consejo sobre Irak dependerán de los informes que presenten tras su viaje a Bagdad este fin de semana el jefe de inspectores de armas de la ONU, Hans Blix, y el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica, Mohamed el Baradei".
Blix y El Baradei llegaron hoy a Bagdad en una visita de dos días para requerir mayor colaboración del régimen iraquí antes de que los inspectores de armas concluyan su trabajo y presenten la semana que viene su nuevo informe, clave para el destino de Irak y fundamental para que Rusia marque su rumbo definitivo en la crisis.