JERUSALÉN.- Palestinos e israelíes reanudarán el lunes los contactos para estudiar una oferta de "pacificación gradual" del Primer Ministro, Ariel Sharón, que sigue rechazando a Yasser Arafat como interlocutor para un proceso de paz.
Se trata de una oferta que Sharón ha presentado a los palestinos en una serie de recientes contactos que ha mantenido con dirigentes de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y que hoy era confirmada por su asesor y jefe de gabinete Dov Weisglass.
"El objetivo de estos encuentros es que los palestinos comiencen a actuar con determinación contra el terrorismo, y allá donde demuestren que hacen esfuerzos en ese sentido, Israel responderá con una reestructuración de sus fuerzas militares y con medidas para mejorar la situación económica y social de la población palestina", explicó.
Weisglass, que mañana, domingo, viajará a Jordania para una entrevista con el ministro de Asuntos Exteriores, Maruán Muasher, aseguró que "se trata de conversaciones para un alto el fuego y no de negociaciones políticas, porque Arafat sigue encabezando la ANP".
Desde finales de 2001, tras una serie de atentados suicidas, Israel se niega a ver en Arafat a un interlocutor válido para un proceso de paz y lo tiene confinado en la ciudad cisjordana de Ramallá como "irrelevante".
Weisglass, hombre de confianza de Sharón, afirmó hoy que "la era de Yasser Arafat ya ha pasado" y que la comunidad internacional se ha convencido de que con él será imposible alcanzar un acuerdo de paz en Oriente Medio.
"Arafat molesta en todo lo que puede, es el cuello de botella que obstaculiza cualquier desarrollo positivo", afirmó en unas declaraciones a la radio pública.
El asesor de Sharón participó el jueves en la última de una serie de reuniones con representantes palestinos, en su caso particular con el ministro del Interior de la ANP y responsable de los organismos de seguridad, Hani Al-Hasan.
Dicha reunión se celebró en la residencia del embajador de EEUU en Tel Aviv, Daniel Kurtzer, y fue precedida de una entrevista un día antes entre Sharón y el presidente del Parlamento palestino, Ahmed Quorea (Abu Alá), y de otra -antes de las elecciones del 28 de enero- con el "número dos" de Arafat, Mahmud Abas (Abu Mazen).
Todas las reuniones fueron aprobadas por el presidente palestino, a pesar de que Israel sostiene que no dialogará con él ni hablará de negociaciones políticas mientras siga al frente de la ANP.
"Después de la guerra en Irak, EEUU tendrá más tiempo para encargarse de lo que sucede en nuestra región, y en cuestión de meses Arafat no será más el jefe de la ANP. En su lugar se elegirá un primer ministro que controle todos los mecanismos de gobierno en la ANP", agregó Weisglass.
El asesor de Sharón se negó a entrar en detalles sobre las últimas conversaciones, pero fuentes palestinas confirmaron que el primer ministro israelí había ofrecido a la ANP un proceso de pacificación gradual, según modelos que ya han sido estudiados y aplicados en el pasado pero que no tuvieron éxito.
Observadores israelíes conjeturan desde anoche que estas entrevistas responden a las necesidades de Sharón para formar gobierno, así como a los intereses de EEUU en Irak.
Según la primera de esas conjeturas, con estos encuentros Sharón querría demostrar al Partido Laborista que sus intenciones de paz son serias, a fin de convencerles de que se sumen a una coalición de gobierno de "unidad nacional".
El Partido Laborista ha reiterado en numerosas ocasiones que no entrará en un gobierno bajo el mando de Sharón a menos que éste cumpla con el programa de paz propuesto por su líder Amram Mitzna, inaceptable para el veterano general de derechas.
La otra conjetura es que EEUU ha presionado a Sharón para que celebre estas inusuales entrevistas a fin de convencer a los países europeos más reticentes de que apoyen su contienda en Irak.
El presidente estadounidense, George W. Bush, querría demostrar así a países como Francia que el conflicto con Irak no ha hecho olvidar ni abandonar la búsqueda de una solución a la cuestión palestina.
Pero Weisglass rechazó ambos argumentos y aseguró que "los contactos de Sharón con personalidades palestinas no son nuevos y se han sucedido antes, durante y después de las elecciones en Israel".
Aún así, el funcionario no se mostró demasiado optimista y señaló que su Gobierno "tiene pocas expectativas".