El exclusivo club El Nogal tras la explosión. (AP)
BOGOTÁ.- 32 víctimas fatales y 162 heridos dejó el potente estallido de un vehículo cargado con 200 kilos de explosivos que destruyó el más exclusivo club del norte de la capital de Colombia, en un ataque a las élites políticas y económicas de ese país.
"Me temo una cifra superior a 20 personas fallecidas", dijo el alcalde de Bogotá, Antanas Mockus, quien ofreció una recompensa de 168.000 dólares a quien suministre información que permita identificar y capturar a los autores del ataque.
"No hay detenidos hasta el momento. Hemos descartado totalmente la hipótesis de la caldera (gas), es muy probable que se haya tratado de explosivos en algún vehículo, unos 200 kilos", agregó el funcionario quien no responsabilizó de inmediato a alguna organización por el ataque.
Entre los desaparecidos están el vicepresidente del Banco Tequendama, Andrés Arango, y una niña de 9 años.
La explosión, que recordó la devastadora campaña de ataques de los narcotraficantes con vehículos cargados con explosivos en las décadas 1980 y 1990, ocurrió hacia las 20:10 del viernes (0110 GMT del sábado) en uno de los estacionamientos del Club El Nogal, situado en un exclusivo sector residencial del norte de Bogotá.
El presidente Álvaro Uribe, fuertemente custodiado, visitó la zona de la explosión y expresó sus condolencias a los heridos y familiares de las víctimas, aunque no responsabilizó directamente a ninguna organización ilegal armada por el ataque.
Quien sí lo hizo fue el vicepresidente, Francisco Santos, quien atribuyó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). "A mí no me cabe la menor duda de que fueron las FARC", dijo. "Ellos vienen haciendo ese tipo de atentados (...) vienen haciendo una acción en la que Bogotá es el objetivo y han demostrado finalmente que lo que antes utilizó el narcoterrorismo, ahora lo usan ellos sin absolutamente ningún cargo de conciencia", agregó.
Álvaro Uribe manifestó que "es un momento de mucho dolor. La decisión que tiene que tomar Colombia es derrotar el terrorismo", acompañado por la ministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez, jefes militares y policiales.
El mandatario, de 50 años, impulsa una estrategia militar para derrotar a la guerrilla izquierdista, a los paramilitares de ultraderecha y a los narcotraficantes.
"Esta tragedia es hija de esa mezcla, que es la droga y la violencia, un nuevo padecimiento del pueblo colombiano. Vamos a redoblar esfuerzos, para no capturar algunos, para capturarlos a todos", agregó Uribe.
El Presidente reclamó, además, una mayor colaboración del "mundo democrático" para combatir el terrorismo en su país que, explicó, es financiado gracias a que varios países toleran el consumo de narcóticos producidos en Colombia y guardan los dineros de las organizaciones terroristas en cuentas internacionales.
"Lo que pasó anoche es la convocatoria a la comunidad internacional. Algunos han sido demasiado obsecuentes con el terrorismo en Colombia, los reciben en sus países, les abren todos los canales de comunicación, los reconocen como legítimos interlocutores y no saben que simplemente los estimulan a cometer estos crímenes de lesa humanidad", declaró.
Operaciones de rescate en medio del caos
Soldados, policías e investigadores rastrean Bogotá para dar con los autores del atentado.
Agentes de la policía, así como personal de los bomberos y la Cruz Roja, acudieron al lugar donde ocurrió la explosión para evacuar a las personas heridas en ambulancias y sofocar un incendio de grandes proporciones que se desató y amenazó la estructura del edificio de 12 pisos.
Los heridos salieron con los rostros y las ropas cubiertas de polvo y vidrios. Fuentes de la Fiscalía General admitieron la posibilidad de que el número de víctimas aumente.
La fachada del edificio en donde funciona el club quedó semidestruida y algunos escombros cayeron sobre una céntrica autopista que atraviesa Bogotá de norte a sur, lo que obligó a suspender el tráfico de vehículos.
La explosión sucedió cerca de la residencia de la embajadora de Estados Unidos en Colombia y se escuchó en una amplia zona de Bogotá.
En la zona de la explosión hay edificios de apartamentos, embajadas, gimnasios, colegios y establecimientos comerciales frecuentados por personas adineradas.
"Todo quedó oscuro, una inmensa y densa nube de humo nos cubrió a todos los que estábamos en el interior del club. Varias personas quedaron atrapadas en los ascensores, el edificio se movió", relató en medio del llanto un hombre que fue evacuado del lugar por lo bomberos.
Del Club el Nogal son socios influyentes industriales, empresarios y políticos de este país sudamericano de más de 40 millones de habitantes, agobiado por un conflicto interno de casi cuatro décadas que dejó 40.000 muertos en los últimos 10 años.
El actual ministro del Interior y de Justicia, Fernando LondoIo, fue presidente del club, antes de ocupar ese cargo en el gabinete de Uribe.
Cientos de personas se encontraban en el club en el momento de la explosión. Las residencias contiguas fueron evacuadas y sus habitantes salieron con algunos objetos de valor en medio del caos.
Después de controlar el incendio, bomberos y socorristas, con máscaras antigases, entraron al edificio con camillas y equipos especiales para buscar y rescatar posibles heridos y víctimas fatales.
Las autoridades acusaron de ese ataque a las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el principal grupo rebelde del país.
En diciembre las FARC también activaron una bomba en un céntrico hotel de Bogotá, con un saldo de 30 personas heridas.
Reacciones en EE.UU.
En Nueva York, el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, condenó este el violento atentado
Annan está "profundamente conmocionado por el terrible atentado terrorista en un concurrido club de Bogotá la noche del viernes. El secretario general expresa sus condolencias por las víctimas y sus familias", dijo su portavoz.
Afirmó que el secretario general de la ONU "condena con firmeza este cruel atentado y todo otro ataque terrorista (perpetrado) porque el fin no justifica los medios. El frío asesinato de civiles inocentes sólo profundizará el conflicto y minará las esperanzas de la paz que Colombia busca y merece", agregó.
Respecto de los responsables, el Departamento de Estado norteamericano culpó del atentado a las FARC.
"Creemos que el ataque con bomba al club El Nogal en Bogotá la noche anterior es parte de una campaña urbana de terrorismo por parte de las FARC", precisó el organismo que considera a ese grupo rebelde como una organización terrorista.
Además, el secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, manifestó las condolencias y la solidaridad de su país con Colombia mediante una llamada telefónica a la ministra de Exteriores, Carolina Barco
Powell manifestó "nuestra solidaridad con el Gobierno colombiano, que continúa la lucha contra las organizaciones terroristas e impidiendo actos odiosos como éste", informó un portavoz del Departamento de Estado.