CIUDAD DEL VATICANO.- El Cardenal Roger Etchegaray partió hoy hacia Bagdad para entrevistarse con Saddam Hussein, a quien entregará una carta personal de Juan Pablo II, en la que el Pontífice, muy preocupado por la situación en el Golfo Pérsico, pedirá al líder iraquí que colabore para evitar la guerra.
"El Papa no se resigna a la guerra y está decidido agotar hasta el final toda esperanza. Yo soy su mensajero", dijo hoy Etchegaray, de 80 años, en el aeropuerto romano de Fiumicino poco antes de subir al avión que le llevará primero a la capital francesa.
El enviado papal salió de Roma, acompañado de Monseñor Franco Coppola, diplomático de la Secretaría de Estado vaticana y experto en Oriente Medio.
A primeras horas de mañana emprenderá viaje por carretera hacia Bagdad, donde permanecerá hasta el fin de semana y se entrevistará con Sadam Husein y la comunidad católica iraquí que lidera el patriarca caldeo Rafael I Bidawid.
Con este viaje el Vaticano ha puesto a "toda potencia" su ofensiva diplomática para evitar una guerra que Juan Pablo II considera una derrota para toda la humanidad y que golpeará de nuevo a la población iraquí, ya extenuada por doce años de embargo.
La misión de Etchegaray se produce cuatro días después de que el Papa recibiera en el Vaticano al Ministro de Exteriores de Alemania y Presidente de turno del Consejo de Seguridad de la ONU, Joshka Fischer, ante quien subrayó la responsabilidad de todas las partes "para evitar el brote de un trágico conflicto" en Irak.
El Cardenal, además, viaja a Bagdad pocos días antes de que el próximo viernes, día 14, el Papa reciba en el Vaticano al Viceprimer Ministro iraquí, Tarek Aziz.
