CARACAS.- El desabastecimiento de combustible se mantiene en las principales ciudades de Venezuela, mientras el Gobierno insiste en que comenzará a normalizarse el suministro esta semana gracias a la subida de la producción interna de gasolina.
Las colas kilométricas en las gasolineras siguen en Caracas y otras capitales desde la semana pasada, cuando recrudeció el desabastecimiento tras un período de relativa normalización del suministro a partir de finales de enero.
El pasado fin de semana sólo operaron algunas de gasolineras en Caracas pese a que el Ministerio de Energía y Minas había anunciado que la capital sería abastecida con unos 220.000 barriles de gasolina sin plomo.
El presidente de la Federación Nacional de Gasolineras (Fenegas), Juan Vaquero, declaró a la prensa local que desconoce por qué hubo retrasos en el envío del combustible a Caracas este fin de semana.
Opinó que si comienza en las próximas horas el bombeo de gasolina hacia Caracas, "a mediados de semana habría una relativa normalidad" en el suministro.
El presidente de la estatal PDVSA, Alí Rodríguez, afirmó el domingo que esta semana la producción interna de gasolina llegará a "160.000 barriles diarios", muy cercana a los "200.000 barriles diarios de gasolina" que se consumen normalmente en el país.
Los problemas de suministro de combustible se derivan del paro que afecta a la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) desde el pasado 4 de diciembre.
El Gobierno de Hugo Chávez importa gasolina de países socios de Venezuela en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y de vecinos como Brasil y varias islas del Caribe, para atender la demanda interna.
Rodríguez reiteró que PDVSA marcha hacia la total normalidad operativa, y que continúan el plan de reestructuración, que incluye el despido de cerca de 9.000 empleados que se plegaron a la "paralización ilegal" de la principal industria de Venezuela.
Los huelguistas petroleros decidieron mantener su protesta pese a que el pasado día 3 la alianza opositora Coordinadora Democrática levantó el paro general que comenzó el 2 de diciembre.
Con la huelga, la oposición intentó presionar a Chávez a renunciar o a aceptar elecciones anticipadas.
Los petroleros en paro anunciaron que levantarán su protesta cuando Gobierno y oposición acuerden una salida electoral al conflicto nacional, que negocian desde el pasado 8 de noviembre en una "mesa" que facilita el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria.