LA PAZ.- Cuatro regimientos de la policía en La Paz se amotinaron este martes en protesta por el presupuesto enviado por el Gobierno al Congreso, que incluye un denominado "impuestazo" sobre los sueldos y virtualmente congela los sueldos en el sector público, en un movimiento que iba tomando mayor fuerza a medida que pasan las horas.
El distrito policial II, del centro de La Paz y otras tres guarniciones se autoacuartelaron luego que dirigentes de una asociación de suboficiales y reclutas rechazó el tributo, aunque pocos de sus miembros tienen salarios por encima del mínimo no imponible de 880 bolivianos (132 dólares).
Los 150 amotinados no salieron a cumplir sus tareas. Muchos se apostaron en una terraza del cuartel, donde paseaban armados, con sus rostros escondidos tras máscaras antigás o los acrílicos protectores de sus cascos.
Un policía, sin mostrar su rostro, dijo a una red televisiva: "Yo creo que estas ultimas medidas han llegado a afectar a la sociedad en su conjunto... solamente es nuestro descontento con el impuestazo que se ha lanzado".
Aparentemente, la medida busca aprovechar el clima de conflicto alimentado el martes por marchas y el anuncio de protestas desde el miércoles en todo el país por diversos sindicatos e incluso de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB).
Los policías buscan un incremento salarial del 40%, algo que el Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada desahució el domingo al anunciar las medidas, que sólo incluyen un incremento salarial no mayor al 2,3%.
Marchas de protesta de diversos sectores, pedidos de renuncia al gabinete económico y el anuncio de su interpelación en el Congreso fueron el martes algunas de las reacciones al "impuestazo".
El Gobierno dijo antes que no cederá a las presiones contra el proyecto de presupuesto que envió el martes al Congreso, y que incluye tributos de hasta 12,5% sobre los sueldos.
Un socio de Sánchez de Lozada, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), anunció a través de su vocero Jorge Torres que "nada está cerrado".
Las dudas del MIR pone en duda que el oficialismo, que es mayoría en el Congreso, apruebe la medida como fue enviada por el Presidente.
"Si no se aprueba el presupuesto, el país irá al colapso" advirtió el mandatario tras anunciar que es imperioso bajar al 5% el déficit fiscal del 8,5% del 2002.
El rechazo unió en anuncios de protesta al líder de los cultivadores de hoja de coca y cabeza de la oposición en el Congreso, diputado Evo Morales, con el presidente de los empresarios privados, Carlos Calvo.
El MAS, la centroderechista Nueva Fuerza Republicana y el Movimiento Indígena Pachakuti se reunieron para acordar la interpelación de todo el gabinete económico.
El dirigente empresarial Guillermo Morales pidió la destitución de los ministros, en tanto que Calvo centró sus críticas en el Fondo Monetario Internacional (FMI) que exigió a Bolivia cerrar el déficit para llegar a un acuerdo.
El impuesto, que se aplicaría progresivamente a partir del piso de 880 bolivianos hasta una escala del 12,5% a quienes ganan más, difícilmente afectaría a los afiliados de la Central Obrera Boliviana, pero ésta llamó a un paro nacional el jueves.
Los maestros del sector público acatarán la huelga y los transportistas analizan si se suman con un "paro movilizado".
El Gobierno pretende obtener 240 millones de dólares con las reformas, con un presupuesto de 4.000 millones de dólares.
Ochenta millones vendrían de una modificación impositiva a las compañías petroleras, y unos 100 millones del impuesto a los ingresos personales, que incluyen las rentas sobre alquileres. Otros 60 millones deben salir de un recorte de gastos del Estado.
El Gobierno, para cumplir una promesa electoral, bajó el impuesto al valor agregado del 13% al 12,5% y el impuesto a las transacciones del 3% al 2,5%.
