SEÚL.- La Unión Europea (UE) no cree conveniente que el Consejo de Seguridad de la ONU imponga sanciones a Corea del Norte y ve necesario un diálogo directo entre Pyongyang y Washington en un marco global para solucionar la crisis nuclear norcoreana.
Poco antes de concluir su viaje a Seúl y horas antes de que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) decida si lleva el asunto nuclear al Consejo de Seguridad de la ONU, el Alto Representante de la Política Exterior y Seguridad de la Unión Europea (UE), Javier Solana, mostró su oposición a las sanciones contra Corea del Norte.
Solana consideró que no es momento de imponer castigos al régimen comunista de Pyongyang, ya que ellos aumentarían la tensión en la península y no ayudarían a solucionar la crisis.
Al resaltar la importancia de que Pyongyang y Washington entablen lo ante posible un diálogo directo, indicó que debería ser dentro de un marco global en el que estén presentes también otros países.
Respecto a la posibilidad de que en el futuro pueda viajar a Pyongyang la misión europea que debía haber acudido estos días pero fue suspendida, Solana dijo que se buscará el momento adecuado una vez se conozca la decisión del OIEA.
Solana aseguró que el objetivo del viaje será presionar a los dirigentes norcoreanos para que abandonen el desarrollo nuclear y se avengan a negociar con EE.UU.
El jefe de la política exterior y Seguridad de la UE apoyó la construcción de la central nuclear de bajo riesgo en Corea del Norte que financia la Organización para el Desarrollo Energético de la Península (KEDO), a cambio de que Pyongyang abandonase su programa nuclear.
Un tercio de la central ha sido ya construida, pero su continuidad está en entredicho ya que EE.UU. considera que Corea del Norte ha violado el Tratado de 1994.
En este tratado la comunidad internacional aceptó la construcción de la central para la producción energética, así como el envío de petróleo estadounidense al país, a cambio de que Pyongyang pusiera fin al desarrollo nuclear con fines militares.
Analistas surcoreanos destacaron que la postura de Solana contrasta con la intransigencia del Gobierno de Washington, que quiere convertir la crisis en un tema global, pero excluyendo la negociación bilateral con Pyongyang.
Sus comentarios fueron interpretados en Seúl como una señal de que no habrá sanciones inmediatas contra Corea del Norte aunque el OIEA ponga el tema nuclear de la península en manos del Consejo de Seguridad de la ONU.
Solana, quien llegó el lunes a Seúl procedente de Tokio para tratar el tema nuclear, se entrevistó con el presidente Kim Dae Jung, el presidente electo Roh Moo Hyun y el ministro de Asuntos Exteriores, Choi Sung Hong.
En esos encuentros el Gobierno surcoreano pidió el respaldo europeo a los esfuerzos para encontrar una solución pacífica a la crisis nuclear.
La voluntad surcoreana de mantener vivos los proyectos conjuntos con Corea del Norte sufrió hoy un parón en las reuniones conjuntas que estos días se celebran en Seúl.
El Gobierno surcoreano transmitió la necesidad de solucionar el conflicto nuclear como condición para seguir adelante en los proyectos comunes, pero la delegación norcoreana rehusó ofrecer respuesta alguna.
Mientras tanto, Pyongyang lanzó nuevas advertencias a Washington de que no se quedará con brazos cruzados ante la "declaración de guerra" que el Presidente estadounidense George W. Bush pronunció en su discurso sobre el Estado de la Unión, de enero.
La agencia central de noticias norcoreana (KCNA) reiteró que ante el discurso de Bush el país está dispuesto a defender el socialismo.