JACKSONVILLE.- El presidente de EE.UU., George W. Bush, exigió hoy al Consejo de Seguridad de la ONU que tome medidas para hacer que Irak cumpla su resolución 1441, y dijo que el organismo debe hacerse respetar o perderá su significado.
En víspera de la reunión del Consejo de Seguridad que escuchará el segundo informe de los jefes de la misión de inspección de armas, Hans Blix y Mohamed El Baradei, Bush señaló que "el organismo más importante del mundo afronta una decisión", en referencia a autorizar el uso de la fuerza contra Irak.
"Sólo el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas puede ahora decidir si tiene o no la determinación de hacer que se cumplan sus resoluciones", afirmó el presidente estadounidense en un discurso en la base naval de Mayport, en Jacksonville (Florida).
El Gobierno de EE.UU. afronta problemas tanto en la ONU como en la OTAN, donde no hay acuerdo sobre la protección a Turquía en caso de un ataque a Irak. A pesar de todo, Bush aseguró que es "optimista" de que "los países libres mostrarán fuerza y valor frente a las amenazas a la paz y la libertad".
En cambio, insistió en que si la ONU no actúa se convertirá en "una sociedad de debates ineficaz e irrelevante".
Para Washington, Irak ha violado la resolución 1441, que le dio una última oportunidad para declarar y desmantelar las armas de destrucción masiva que EE.UU. le acusa de tener.
"El régimen iraquí ha emprendido una campaña para esconder sus armas de destrucción masiva y sus lazos con los terroristas. Y ese engaño continúa hoy", afirmó Bush.
El presidente, además, volvió hoy a inscribir su política contra Irak dentro de la guerra que ha lanzado contra el terrorismo internacional tras los atentados de septiembre de 2001.
Agregó que "el mayor peligro que afronta el mundo" son las armas de destrucción masiva en manos de regímenes "proscritos", quienes además "podrían darlas o venderlas a aliados terroristas".
Bush, quien también defendió en otro acto en Florida su programa de reducción de impuestos, volverá hoy a Washington y enviará a su secretario de Estado, Colin Powell, a la reunión del Consejo de Seguridad de mañana.