CIUDAD DEL VATICANO.- El viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, llegó hoy al Vaticano para analizar con el Papa la crisis en Irak y entregarle un mensaje del presidente de este país, Saddam Hussein, en un intento de evitar una nueva guerra en el golfo Pérsico.
Aziz, cristiano caldeo, llegó al Vaticano a las once de la mañana (10.00 horas GMT), en medio de fuertes medidas de seguridad.
La comitiva, formada por once automóviles, entró en el Vaticano a través de la plaza de San Pedro y el Arco de las Campanas, un recorrido reservado normalmente para los jefes de Estado o de Gobierno que visitan la Santa Sede.
Permitiéndole ese acceso, el Vaticano ha querido resaltar la importancia que da a la visita, la cuarta ocasión en que Aziz es recibido en el Palacio Apostólico, ya que estuvo en 1994, 1995 y 1998.
Numerosos policías controlaban la vía de la Conciliazione, la amplia calle que une Roma con el Vaticano y horas antes de la llegada del político iraquí, se practicó un registro de las alcantarillas y papeleras de la zona.
Varios centenares de turistas y curiosos se agolparon en la plaza de San Pedro para ver la llegada de Aziz, que se entrevistará a solas con Juan Pablo II en su biblioteca privada.
Tras la conversación, el viceprimer ministro iraquí se reunirá con el cardenal secretario de Estado, Angelo Sodano, y con el "ministro de Exteriores" del Vaticano, el arzobispo Jean Louis Tauran.
Juan Pablo II manifestará a Aziz la necesidad de que Irak "reflexione seriamente sobre el deber de una efectiva cooperación, basada en la justicia y en el derecho internacional, con la mirada puesta en asegurar la paz a la población", dijo a EFE el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls.
El Papa está muy preocupado por la población iraquí, exhausta tras doce años de embargo, y ha asegurado en varias ocasiones que una guerra es una derrota de la humanidad.
El Pontífice exige que se respete el derecho internacional y ha manifestado que es responsabilidad moral de "todas las partes" evitar la guerra.
Aziz informará a Juan Pablo II de las agresiones que está sufriendo su país por parte de EEUU y le reiterará que Bagdad quiere la paz y que está colaborando con la ONU, según dijo ayer el político a sus llegada a Roma.
La visita al Papa se produce pocas horas antes de que los inspectores de la ONU informen al Consejo de Seguridad de los últimos resultados de su trabajo sobre el desarme iraquí.
