BOGOTÁ.- Un total de 15 muertos y 30 heridos deja este viernes la explosión de una poderosa bomba en un sector obrero de la suroccidental ciudad colombiana de Neiva, una semana después de que un coche bomba destruyó un club en Bogotá y mató a 35 personas, informó la policía.
"Tenemos confirmados quincemuertos y 30 heridos. Estalló un artefacto cuando se estaba adelantando un allanamiento por parte de la policía. La gran mayoría de las viviendas de este barrio quedaron destruidas", señaló el alcalde de Neiva, Héctor Javier Osorio.
La explosión, que destruyó varias viviendas, se registró hacia las 05.45 hora local (1045 GMT) cuando la policía realizaba operaciones en la zona."Se escuchó una explosión muy fuerte y todo se destruyó, había muchos heridos, entre hombres, mujeres y niños", relató un testigo a la radio local.
Neiva, con unos 400.000 habitantes, es la capital del departamento del Huila, una ciudad en donde operan comandos urbanos de la guerrilla izquierdista.
La Fiscalía General de la Nación atribuyó el ataque a un comando urbano de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que al parecer planeaba un ataque contra el presidente Álvaro Uribe, disparando misiles contra su avión.
Uribe, tiene previsto viajar el sábado a Neiva para encabezar un consejo de gobierno y de seguridad.
Por su parte, el comandante de la policía en el departamento del Huila, coronel Alejandro Gómez, manifestó que varios oficiales y fiscales se encontraban desaparecidos tras la explosión y que el número de víctimas podría aumentar.
Colombia, país de más de 40 millones de habitantes, afronta un conflicto interno de casi cuatro décadas que dejó 40.000 muertos en los últimos 10 años, y en el que se enfrentan guerrilleros de izquierda, paramilitares de ultraderecha y las fuerzas de seguridad del Estado.
En los últimos meses se han registrado varios ataques con explosivos en las grandes ciudades, atribuidos a las FARC, el principal grupo rebelde del país con 17.000 combatientes.
El gobierno de Colombia acusó a las FARC del ataque del viernes pasado en Bogotá, donde un vehículo cargado con 200 kilos de explosivos estalló y destruyó el Club El Nogal.
Ese ataque, el más grave en más de una década y que consideró como un golpe a la clase dirigente de la política, la economía y la sociedad, dejó 35 muertos y más de 160 heridos.