SYDNEY.- Más de 200.000 manifestantes, algunos con carteles con la pregunta "¿Cuántas vidas por litro?", inundaron el domingo las calles de Sydney, en el inicio de un segundo día de protestas globales contra una posible guerra de Estados Unidos con Irak.
En una inmensa ola de manifestaciones no vistas desde la Guerra de Vietnam, en las décadas de 1960 y 1970, más de seis millones de personas protestaron el sábado en las calles de 600 pueblos y ciudades de todo el mundo.
La multitud de Sydney se congregó el domingo en el Hyde Park para desfilar contra las amenazas de guerra de Estados Unidos, extendiendo otra protesta en la ciudad el sábado que atrajo a 150.000 personas.
La muchedumbre, muchos de mediana edad con niños, algunos en sillas de ruedas y cientos de carteles, tocaron tambores y entonaron canciones de protesta de la era de la Guerra de Vietnam en una marcha que paralizó el tráfico de Sydney.
"Queremos que nuestro primer ministro nos escuche. No queremos guerra con Irak", dijo un médico de 34 años, Thomas Aiken, alzando a su pequeño hijo sobre sus hombros.
Australia, un estrecho aliado de Estados Unidos, ha enviado unos 2.000 soldados, aviones caza y barcos de guerra al Oriente Medio a unirse a las tropas estadounidenses y británicas en la región, una decisión que ha dividido al país y generado críticas al Primer Ministro John Howard.
El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, dijo el sábado que la ONU podría necesitar una nueva resolución sobre Irak y advirtió a Bagdad que no se aprovechara de las diferencias entre los miembros del Consejo de Seguridad.
Indignación mundial
Las mayores protestas del sábado tuvieron lugar en Europa, donde se calcularon 300.000 manifestantes en Francia, 500.000 en Alemania, un millón en Italia y dos millones en España.
"Esta guerra es sólo por petróleo. A George Bush nunca le han importado los derechos humanos:, dijo Mayor Ken Livingstone a los reporteros en Londres, donde al menos un millón de personas desfilaron en la mayor manifestación pacifista de la historia de Gran Bretaña.
En Nueva York, el arzobispo sudafricano Desmond Tutu dijo a unos 100.000 manifestantes en el exterior de la sede de la ONU que Estados Unidos debía permitir a los inspectores de armas que terminaran su tarea en Iraq.
"La guerra justa implica que uno haya agotado todos los medios pacíficos posibles y el mundo dice "Todavía, no los hemos agotado", dijo Tutu, un ganador del Premio Nobel de la paz.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, ha dicho en caso de un conflicto Washington tendría tantos aliados como en la Guerra del Golfo Pérsico de 1991 para expulsar a Irak de Kuwait.
Sin embargo, Irak replicó que Estados Unidos y Gran Bretaña se han quedado aislados.
"Ellos (los manifestantes) muestran la conciencia de la humanidad contra el crimen y la agresión", dijo el viceprimer ministro iraquí Tareq Aziz a Reuters televisión en Italia.
Asia callada
Las protestas del sábado en Asia fueron menores, con más de 10.000 manifestantes en Calcuta, India, y unos 5.000 en un parque de Tokio, y menos en las pequeñas naciones musulmanas, sólo 300 en Karachi, 500 en Yakarta y 1.000 in Dhaka.
Yakarta fue el escenario de una protesta mucho mayor el fin de semana pasada que atrajo a unas 7.000 personas.
"La razón principal de porqué han disminuido las protestas en Japón y otras partes de Asia es que la gente no cree que el asunto los afecta directamente", dijo Akira Kawasaki, un activista de 34 años.
En Malasia, los manifestantes recogieron más de un millón de firmas como parte de un esfuerzo para que el retire su apoyo a una guerra en Irak, dijo un ministro.
Los musulmanes, que hacen alrededor de un 10 por ciento de los 63 millones de habitantes de Tailandia, trataban de trazar un plan para boicotear marcas estadounidenses como Coca-Cola y McDonald’s en caso de una guerra.
Protestas en América Latina
También hubo protestas y manifestaciones el sábado en varios países de América Latina, como México, Cuba, Honduras y Panamá.
En México, unas 30.000 personas de todas las edades marcharon con pancartas en una manifestación que contó con la presencia de la activista guatemalteca Rigoberta Menchú, ganadora del Premio Nobel de la Paz.
"No a la guerra, porque la guerra nunca trajo propuestas positivas a los pueblos", dijo Menchú a los periodistas.
La marcha pasó por delante de la embajada de Estados Unidos, donde el contingente se detuvo y los organizadores hicieron un pequeño acto.
También se organizaron marchas en otras ciudades del país, como Acapulco, Cancún, Cuernavaca, Guadalajara, Hermosillo, Mérida, Monterrey, Tampico y Tijuana.
En La Habana, el gobierno cubano organizó una manifestación de unas 5.000 personas que desfiló por el malecón de la capital.
"Todo el mundo conoce porqué el señor Bush y sus cómplices se empeñan en imponer su filosofía de guerra a escala global (...), las riquísimas reservas de petróleo con las que ese país cuenta (Iraq) es lo único que a ustedes, a los norteamericanos les importa", dijo Freddy Fernández, un estudiante de secundaria.
Unos 1.000 hondureños protestaron el sábado frente a la sede de la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa. "!Sí a la paz, no a la guerra!", "!Bush guerrerista!", corearon los manifestantes.
En la demostración, convocada por el Bloque Popular, una coalición de organizaciones sindicales y campesinas, se quemaron una docena de banderas estadounidenses y dos ataúdes, que simbolizaban la muerte que significaría una eventual guerra.
En una carta dirigida al presidente estadounidense George W. Bush, el Bloque Popular condenó "la nefasta política de guerra" de Washington y dijo que busca apoderarse del petróleo de Irak y de controlar la región de Oriente Medio.
En Panamá, unas 400 personas se reunieron y caminaron de manera pacífica con banderas y pancartas que llamaban a la paz y rechazaban un conflicto bélico.
Las encuestas de opinión en Estados Unidos reflejan que la mayoría de los estadounidenses están a favor de atacar a Irak, pero insisten en que Washington debe obtener apoyo de la ONU.
Una portavoz de la Casa Blanca dijo que el Presidente George W. Bush, cuyo gobierno ha emplazado 150.000 soldados en la región del Goldo Pérsico, aún espera encontrar una solución pacífica al problema iraquí.