Por medio del enviado papal, el Presidente iraquí pidió a Juan Pablo II que se respete la soberanía de su país.
BAGDAD.- El Presidente iraquí, Saddam Hussein, ha pedido al Papa Juan Pablo II que inste a los Estados del mundo de mayoría cristiana, en especial a EE.UU., a "respetar la soberanía de Irak y el derecho de su pueblo a vivir en paz, lejos de las amenazas de Washington de invadir el país".
Saddam Hussein se entrevistó este domingo con el enviado pontificio, el arzobispo Roger Etcheregay, a quien entregó una carta dirigida al Pontífice en la que expresa su profunda preocupación por el devenir de los acontecimientos en el Golfo Pérsico y su interés por alcanzar la paz en la región.
Según fuentes oficiales cercanas a la reunión, en su misiva el líder iraquí solicita al Papa Juan Pablo II que "ponga los puntos sobre las letras, como dicen los árabes, y pida a los cristianos que respeten el derecho del pueblo iraquí a vivir libre, lejos de ambiciones demoniacas y deseos expansionistas a expensas de otros".
Ante miles de fieles que hoy se acercaron a la plaza de San Pedro para compartir con el Obispo de Roma el rezo del Angelus, el Papa Juan Pablo II abogó por la unidad de los pueblos europeos, y afirmó que unidos en los valores y en la memoria del propio pasado "podrán promover la paz y la justicia en todo el mundo".
Saddam Hussein informó, además, a Etchegaray de que las armas de destrucción masiva que su país poseía quedaron destruidas tras los ataques de la aviación estadounidense durante la guerra del Golfo de 1991 y por los inspectores de armas de Naciones Unidas (UNSCOM) que trabajaron después en el país.
Añadió que los expertos internacionales, que comenzaron su actividad en el país el pasado noviembre, han inspeccionado durante tres meses y medio más lugares que la UNSCOM en los siete años y medio que permanecieron en Irak "y no han encontrado nada".
"Aunque algunos mantienen todavía que una guerra contra Irak es necesaria para liberar al país de armas de destrucción masiva, lo que quieren en realidad es cambiar el régimen de Bagdad, al tiempo que afirman su respeto por los pueblos y hablan de democracia", aseguró Saddam Hussein.
EEUU tiene destacados más de 150.000 soldados en Oriente Medio dispuestos a invadir Irak, país al que acusa de esconder armas de destrucción masiva y ser un peligro para la humanidad.
"¿Qué quieren que haga Irak?. ¿No tenemos los iraquíes y árabes derecho a decir que la razón de la agresión es porque Irak es un Estado árabe musulmán?", se preguntó, Saddam.
Además, reiteró que los agresores (EEUU y el Reino Unido) utilizan "justificaciones irreales", como la posesión por parte de Irak de armas no convencionales,
"Bagdad no tiene armamento de exterminio masivo mientras que Israel si posee armas de ese tipo, mata a los palestinos y destruye sus propiedades", destacó Saddam Hussein.
Irak ha confiado en la diplomacia y la influencia del Vaticano como una de las opciones para evitar la amenaza de guerra que EEUU ha colocado sobre sus hombros.
El viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, fue recibido el pasado viernes en el Vaticano por el Papa Juan Pablo II a quien subrayó que Irak colaborará con la comunidad internacional "sobre todo en materia de desarme", para evitar una nueva guerra en Oriente Medio.
Juan Pablo II, por su parte, reiteró a Aziz la necesidad de que Bagdad respete "fielmente, con compromisos concretos" las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, "garante de la legalidad internacional".
Tras su audiencia con el Pontífice, Aziz, cristiano de Oriente, viajó ayer a la localidad italiana de Asis para rezar por la paz ante la tumba de San Francisco.