BRUSELAS.- La OTAN ha salvado la cara con el acuerdo de mínimos consensuado sin Francia para planificar una ayuda militar preventiva a Turquía en caso de guerra contra Irak, pero ha salido muy debilitada de la fractura transatlántica provocada por el pulso entre Washington y tres aliados europeos.
Este pacto permite zanjar una de las peores disputas vividas por la alianza euro-norteamericana en sus 54 años, pero pone en duda el futuro de la OTAN poco después de lanzar una ambiciosa reforma y un cambio de doctrina a favor de la acción preventiva en cualquier lugar del mundo ante las nuevas amenazas, como el terrorismo.
Tras una semana de arduas negociaciones, dieciocho de los diecinueve miembros de la Alianza -los que forman parte de la estructura militar integrada de la OTAN- sellaron un acuerdo para encargar a los expertos militares que estudien los planes de contingencia defensivos, prudentes y disuasorios para Turquía, el único aliado fronterizo con Irak que se siente amenazado.
Se trata de planificar el despliegue preventivo en Turquía de aviones radar AWACS, el apoyo de la OTAN al envío por ciertos aliados (Holanda y Alemania) de misiles antimisiles Patriot, y su incorporación al sistema de defensa aéreo de la OTAN, así como el sosten al envío de capacidades de defensa química y biológica.
El secretario general de la Alianza, George Robertson, optó por buscar una solución sin Francia en el seno del Comité de Planes de Defensa (CPD) de la OTAN, cuando quedó claro que París no cedería.
Sí se sumaron al consenso Alemania y, al final, Bélgica.
Francia abandonó la estructura militar integrada en 1966.
"La OTAN ha quedado muy debilitada y dañada. Nuestro prestigio ha quedado mermado y nos enfrentamos a un problema de credibilidad", admitieron a la agencia EFE fuentes diplomáticas en la OTAN, en un momento en el que la Alianza intentaba superar la crisis de identidad sufrida tras haber quedado marginada por EE.UU. de la guerra contra Afganistán a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El pulso mantenido entre 16 aliados, encabezados por EE.UU. y Reino Unido, y Francia-Alemania-Bélgica "ha dejado a la Alianza herida y ha abierto una fractura que será difícil de cerrar", indicaron.
Una muestra de que la brecha sigue abierta es la declaración común suscrita anoche por Alemania, Francia y Bélgica, los aliados "recalcitrantes" que se oponían a entrar en "una lógica de guerra".
Los tres resaltan "su determinación a respetar las obligaciones del Tratado del Atlántico Norte respecto a sus aliados, en particular Turquía" y reafirman "su objetivo de un desarme completo y efectivo de Irak en el marco de la resolución 1.441 de la ONU".
Tras un pulso de unas 13 horas ayer, Bélgica obtuvo que la OTAN dejara claro su apoyo a una solución pacífica de la crisis iraquí en el marco de la ONU, y que la medida no supone ningún aval aliado a una eventual intervención militar estadounidense.
El texto consensuado a 18 dice que la OTAN "continúa apoyando los esfuerzos de la ONU para hallar una solución pacífica a la crisis".
"Se refiere sólo a la defensa de Turquía y no prejuzga cualesquiera otras operaciones militares de la OTAN o futuras decisiones de la Alianza o del Consejo de Seguridad de la ONU".
EE.UU. aceptó un acuerdo que recuerda "el Artículo 1 del Tratado del Atlántico Norte, en particular, que los aliados se abstengan en sus relaciones internacionales de la amenaza o uso de la fuerza en cualquier caso inconsistente con los propósitos de Naciones Unidas".
"El acuerdo alcanzando en la OTAN hace más fácil la reunión de hoy de los Quince" (los líderes de la UE), aseguró hoy a la prensa un satisfecho ministro belga de Exteriores, Louis Michel.
"Tenemos la base para una posición común", insistió, y ello "a partir de un consenso que no es minimalista", sino que contiene "principios fuertes" como la supeditación de la OTAN a la ONU, algo que está, según recordó, en el propio Tratado del Atlántico Norte.
Michel se declaró convencido de que "el eje franco-belga-alemán se ha convertido en insoslayable", y que la opción de dar el tiempo necesario a los inspectores irá extendiéndose hoy entre los Quince.
Ello después de que Bélgica criticara a Robertson por seguir el dictado de EE.UU. con su estrategia de la "insistencia" y continuas presiones para arrancar un acuerdo, y crear "fisuras" en la OTAN.
Finalmente, el acuerdo alcanzado se limita a que la OTAN planifique el envío a Turquía de AWACS -el único activo que posee la Alianza-, y Washington se viera obligada a aceptar el rechazo de su lista de demandas de ayuda en caso de guerra.
Según fuentes diplomáticas, Washington, que pretendía utilizar a la Alianza como una "caja de herramientas", relegará aún más a la OTAN después de "la bofetada" asestada por tres aliados europeos, al tiempo que a EE.UU. le será más difícil aprobar en esta organización medidas en las que sus intereses estén muy implicados.