BRUSELAS.- Un día después de que la OTAN logró superar sus diferencias internas en torno a Irak, el debate que ha dividido a las potencias occidentales amenazaba este lunes con reanuadarse en la cumbre de emergencia que tenían prevista los líderes de la Unión Europea (UE).
Después de un fin de semana de marchas pacifistas masivas en todo el mundo, la atención en el encuentro de Bruselas se volvería a concentrar en la brecha entre los países a favor de la diplomacia, y los que respaldan una guerra como la única forma de eliminar las armas prohibidas que presuntamente tiene Bagdad.
Mientras los líderes europeos se enfocaban en Bruselas, Washington indicó que podría dar a la diplomacia más tiempo, pero no mucho.
La asesora de seguridad nacional del Presidente estadounidense George W. Bush, Condoleezza Rice, dijo el domingo que ponerse a hablar sobre más tiempo era algo que simplemente reducía la presión sobre Irak para que cumpla con las exigencias de desarme de la ONU.
Pero Rice, quien habló en una serie de entrevistas con las cadenas de televisión de Estados Unidos, dejó una puerta abierta para un compromiso diplomático.
"Estamos preparados para trabajar con ese fin, y veremos donde terminamos", dijo Rice en el programa "Meet the Press", de la cadena NBC, cuando le preguntaron si sentía que Washington podría conseguir suficientes votos en el Consejo de Seguridad de la ONU como para lograr una autorización de acciones más duras.
Por otra parte, los diplomáticos de la UE dijeron que la evaluación relativamente positiva que hicieron el viernes los inspectores de armas de la ONU sobre la cooperación de Irak, y el respaldo que obtuvo Francia -que quiere que los inspectores tengan más tiempo-, restaron fuerza a la iniciativa estadounidense-británica para una rápida resolución de las Naciones Unidas permitiendo una guerra.
El lunes, en las operaciones de Asia, el oro cayó a su mínimo en siete semanas, y las principales bolsas de la región cerraron con alzas debido a que las diferencias diplomáticas, y las marchas del fin de semana contra la guerra, redujeron los temores sobre una acción militar inminente.
Pero Estados Unidos y Gran Bretaña, que acusan al presidente iraquí, Saddam Hussein, de esconder armas de exterminio masivo, igualmente están trabajando en los términos de una resolución que implícitamente haría que los 15 miembros del Consejo de Seguridad autoricen el uso de la fuerza.
Francia, que apoyó la resolución de noviembre donde se amenazaba con "serias consecuencias" a Irak si el país no cumplía con las exigencias de desarme, ha propuesto que la próxima reunión ministerial del Consejo de Seguridad se realice el 14 de marzo.
Calor del desierto
Pero esa fecha no le serviría a los estrategas militares, que quieren evitar a toda costa el calor del verano iraquí, que comienza en abril.
"El 14 de marzo no es una fecha para nuestro (...) punto de vista", dijo Rice a uno de los entrevistadores de la televisión.
Las divisiones transatlánticas se habían profundizado por una disputa de la OTAN relacionada con la planificación de la defensa de Turquía, el único Estado musulmán miembro de la alianza, en caso de una guerra liderada por Estados Unidos contra Irak.
Francia, Bélgica y Alemania -que han liderado la postura pacifista en Europa- habían sostenido que era demasiado temprano como para que la OTAN tomara medidas que pudieran implicar la aceptación de acciones militares, mientras los inspectores de armas de la ONU todavía seguían tratando de desarmar en forma pacífica a Irak.
Pero la OTAN alcanzó un acuerdo en Bruselas el domingo por la tarde, después de horas de discusiones en un comité donde Francia no tiene representación.
"Ahora puedo confirmar que los 18 aliados de la OTAN (...) acordaron hoy encomendar a los planificadores militares que empiecen con sus tareas", dijo en conferencia de prensa el secretario general de la OTAN, George Robertson.
Francia provocó el viernes una ovación en el Consejo de Seguridad de la ONU por su insistencia de que los inspectores debían tener más tiempo para trabajar en Irak.
El Presidente francés, Jacques Chirac, dijo a la revista Time que un conflicto podría "crear una gran cantidad de pequeños (Osama) Bin Laden", aunque dejó la puerta abierta para que la ONU termine respaldando acciones militares.
"Si Irak no coopera, y los inspectores dicen que esdría ser la guerra", dijo el Mandatario en una entrevista.
El debate sobre la posible guerra ha dividido al mundo. Irak dice que no tiene armas de destrucción masiva. Rusia, Francia y China, miembros del Consejo de Seguridad de la ONU con poder de veto, más Alemania, han pedido que se dé más tiempo a las inspecciones de armas.
La presión pública en Europa, incluyendo una enorme manifestación en Londres contra el apoyo del Primer Ministro británico, Tony Blair, a la línea dura de Bush, también podría afectar a los líderes de la UE.
"En las ciudades de toda Europa, la gente estaba mostrando claramente que no quería la guerra. Espero que esto (...) sirva (a la UE) para que encuentre una posición común el lunes", dijo a la prensa Guy Verhofstadt, el primer ministro belga.
Entretanto, después de negociaciones que mantuvieron en El Cairo el domingo, los ministros de Relaciones Exteriores de los países árabes emitieron un comunicado final donde dijeron que sus países deberían negar cualquier respaldo para una acción militar contra Irak, otro país árabe.
Pero la declaración no llegó a ser una resolución vinculante, que traería dificultades a Bahrein, Kuwait y Qatar, donde decenas de miles de tropas estadounidenses se preparan para una posible guerra.