BOGOTA.- Al menos 29 combatientes de la principal fuerza guerrillera de Colombia y de un escuadrón paramilitar de derecha murieron en enfrentamientos armados en una zona del nordeste del país, fronteriza con Venezuela, informó este martes el Ejército colombiano.
Los combates se produjeron durante el fin de semana cerca al municipio de Tame, en el departamento de Arauca, unos 300 kilómetros al nordeste de Bogotá, una próspera zona petrolera y ganadera cuyo control se disputan rebeldes y paramilitares.
El comandante de la segunda división del ejército, general Eduardo Morales, precisó que los combates se iniciaron el sábado y finalizaron el lunes.
"Las tropas llegaron a este sector y encontraron 14 cadáveres. Posteriormente fue inmovilizado un vehículo que transportaba 15 cadáveres más, para un total de 29. Estamos averiguando a qué agrupación pertenecían", declaró el oficial en declaraciones a periodistas.
También en Arauca, la policía reportó el martes el secuestro y posterior asesinato por parte de un grupo armado no identificado del presidente del concejo municipal de Arauquita, Germán Cáceres.
Los ataques, asesinatos y secuestros por parte de la guerrilla son frecuentes en Arauca, pese a la fuerte presencia de las Fuerzas Armadas.
En la región, una de las dos zonas de guerra que el Presidente Alvaro Uribe declaró en septiembre para enfrentar la violencia de los grupos armados ilegales, también existen plantaciones de hoja de coca y laboratorios para el procesamiento de cocaína.
Unos 70 efectivos de las fuerzas especiales de Estados Unidos llegaron a Arauca en enero con la misión de entrenar una brigada del ejército colombiano en operaciones "antiterroristas" para proteger el oleoducto Caño Limón-Coveñas, blanco de frecuentes ataques explosivos por parte de la guerrilla.
Ese mismo mes, cuatro vehículos cargados con explosivos estallaron en diferentes pueblos de Arauca, causando al menos 12 muertos y más de 20 heridos.
En la zona también fueron secuestrados una periodista británica y un fotógrafo estadounidense, quienes días después fueron dejados en libertad por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda fuerza rebelde del país.