ATLANTA, EE.UU.- Estados Unidos presentará la próxima semana una nueva resolución ante el Consejo de Seguridad de la ONU declarando a Irak en "nueva violación sustancial" de la anterior resolución, despejando el camino para una acción militar, dijo el jueves un alto funcionario.
El texto de la nueva resolución sería utilizado como base legal para justificar una acción militar, pero podría chocar con la oposición de otros miembros con poder de veto en el Consejo de Seguridad que desean darle más tiempo a los inspectores de armas de la ONU para que sigan buscando supuestas armas de exterminio.
"La presentación de la segunda resolución tendrá lugar la semana próxima", dijo un funcionario estadounidense que acompañó al Presidente George W. Bush durante su visita a Atlanta.
Previamente, Rusia no descartó un posible veto a una nueva resolución que respalde el uso de la fuerza para resolver la crisis, aunque añadió que no tenía objeciones en examinar un nuevo documento si tiene como objetivo ayudar al proceso de inspecciones.
Estados Unidos y su principal aliado, Gran Bretaña, ambos miembros permanentes del Consejo de Seguridad y con poder de veto, necesitarán el apoyo de al menos siete países de los restantes 13 integrantes del Consejo.
Para lograr su objetivo también deben evitar un veto de cualquiera de los otros tres miembros permanente con poder de veto: Rusia, Francia y China.
Powell apura a Turquía
En Washington, el Secretario de Estado, Colin Powell, dijo en conferencia de prensa que esperaba conocer en las próximas horas una respuesta definitiva de Ankara para saber si el gobierno turco acepta la oferta de ayuda norteamericana a cambio de permiso para que las tropas estadounidenses utilicen bases de ese país como posible plataforma para una invasión a Irak.
"Espero una respuesta de ellos (los turcos) antes de que finalice el día (jueves)", dijo Powell, quien se encontraba junto al secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, George Robertson, en el Departamento de Estado.
Pero el ministro de Relaciones Exteriores turco, Yasar Yakis, reaccionó a las declaraciones de Powell expresando con enojo que "no está en discusión presentar una respuesta hoy", según lo citó la agencia oficial de noticias de Turquía, Anatolian.
Funcionarios estadounidenses dicen que la oferta abarca un total de 6.000 millones de dólares en concesiones y 20.000 millones de dólares en garantías crediticias. Turquía quiere conseguir más de 30.000 millones de dólares.
Además, Turquía puso el jueves nuevos obstáculos a los planes de Washington de usar sus bases militares para lanzar un posible ataque a Irak, al exigir por escrito garantías de un paquete de ayuda económica y el acceso de las fuerzas militares turcas al norte iraquí.
El gobierno estadounidense , frustrado por las tácticas turcas, dijo que su oferta era la propuesta final y que si a fines de esta semana no recibía una respuesta, emplazaría sus tropas en otra parte de la región.
Turquía teme que su economía sufra las consecuencias de una guerra contra Irak. Por otra parte, el ejército turco quiere enviar tropas a la región kurda en Irak para contener una ola de refugiados y bloquear cualquier tipo de brote independentista que pudiera inspirar a la minoría kurda en Turquía a resucitar sus anhelos y peticiones de autonomía.
La disputa pone en peligro los planes estadounidenses de lanzar un segundo frente para una posible invasión a Irak por el norte.
No obstante, el fuerte despliegue de tropas estadounidenses y británicas continuaba el jueves en la región.
En Moscú, el canciller ruso Igor Ivanov atacó indirectamente la política estadounidense hacia Irak, al afirmar que los inspectores de la ONU estaban "sujetos a una fuerte presión a fin de provocar su salida de Irak, como ocurrió en 1998, o para presentarle al Consejo de Seguridad valoraciones que podrían ser usadas como pretexto para el uso de la fuerza contra Irak".
Los expertos de la ONU se retiraron del país árabe ese año, poco antes de bombardeos británicos y estadounidenses.
En el norte de Irak, controlado por los kurdos, los partidos opuestos al gobierno de Bagdad se reunieron para intentar alcanzar una posición común y poder participar en la formación de un futuro gobierno si el Presidente iraquí, Saddam Hussein, sale del poder.
La zona montañosa también fue el foco de las negociaciones de Turquía con Washington sobre los planes de ayuda para contrarrestar los efectos de la frágil economía turca ante cualquier tipo de intervención militar.
El líder turco Tayyip Erdogan dijo el jueves que Turquá no abriría sus bases a las tropas estadounidenses, a no ser que Washington le garantice ayuda y un papel a Turquía en la guerra.
"Esto no sucederá sin una firma", dijo Erdogan al diario "Yeni Safak". "Sólo cuando alcancemos un acuerdo enviaremos al parlamento una petición" para el despliegue de tropas.
Frente diplomático
En el frente diplomático, la Liga Arabe dijo que trasladaría su cumbre anual a El Cairo desde Bahrein el 1 de marzo, para que se concentre en la posible guerra contra Iraq, que es uno de sus miembros.
Los estados árabes se oponen públicamente a una guerra liderada por Estados Unidos, pero muchos son aliados de Washington y anfitriones de sus tropas, lo que los coloca en una situación difícil.
Chile en Kuala Lumpur
Mientras, en Kuala Lumpur, Chile, Camerún, Guinea y Pakistán, otros de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU en la actualidad, dijeron que deseaban una solución pacífica y que los inspectores deberían tener más tiempo para hacer su trabajo.
Las declaraciones de los representantes de esos países se produjeron en Malasia, que será sede la semana próxima de una cumbre del Movimiento de Países No Alineados.
Se espera que los 114 países miembros se pronuncien en contra de las hostilidades.