CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II pidió hoy al Primer Ministro británico, Tony Blair, que se esfuerce para evitar una guerra en Irak que sería "una derrota para toda la humanidad y crearía nuevas divisiones en el mundo".
"Todas las partes deben aprovechar los recursos que ofrece el derecho internacional y la ONU para conjurar el peligro de una guerra que es todavía evitable", dijo el Pontífice al recibir por vez primera al líder laborista británico en el Vaticano.
El Papa recibió hoy en audiencia al líder laborista, el principal aliado europeo de Washington, en el primer encuentro entre ambos que coincide con el intenso esfuerzo mediador de la Santa Sede para evitar un conflicto bélico.
La reunión tuvo lugar "en un ambiente cordial", según declaró el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, quien señaló que la conversación giró en torno a la compleja situación en Medio Oriente y la crisis humanitaria que provocaría una guerra en Irak, donde la población sufre desde hace años las consecuencias del embargo.
Blair, de religión anglicana, estuvo acompañado de su esposa Cherie, católica practicante, y de tres de los cuatro hijos del matrimonio, todos ellos bautizados según el rito católico.
El coloquio, de cerca de media hora, tuvo lugar en los apartamentos privadas del Santo Padre, en presencia de su secretario personal, el obispo Stanislao Dziwics.
En el tradicional intercambio de regalos, Blair entregó al Papa una reproducción del famoso portal del número 10 de Downing Street y una estatuilla de Santa Margarita de Escocia, y recibió a su vez un tríptico con las medallas del Pontificado del Papa Wojtyla.
A continuación, el líder laborista se entrevistó con el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Angelo Sodano y con el jefe de la diplomacia vaticana, Jean-Louis Tauran, para abandonar el Vaticano tras una visita de unas dos horas en total.
Otro de los temas tratados en la reunión fue la futura Constitución europea y la mención de los valores religiosos en su preámbulo que desea el Vaticano, según explicó Navarro Valls.
Las posiciones distantes del líder británico y del Pontífice sobre la crisis de Irak no les han impedido participar en un encuentro calificado de histórico y que ha despertado gran expectación, ya que se trata de la primera vez que el Papa, de 82 años, recibe a Blair desde que éste llegó al poder en mayo de 1997.
Mientras Blair trata de vencer el escepticismo de sus conciudadanos y afirma que la seguridad del mundo pasa por desarmar a Saddam Hussein, incluso por la fuerza, el Papa Wojtyla es una de las figuras mundiales que más abogan por la paz y por agotar la vía de la negociación frente a un conflicto que sería "una derrota para toda la humanidad".
El apoyo de Blair a una intervención militar, con más de 40.000 soldados desplegados en el Golfo Pérsico, se enfrenta además a la oposición de una gran parte de la opinión pública del Reino Unido, incluida las iglesias anglicana y católica del país, que ponen en duda la pretendida "legitimidad moral" de un eventual conflicto.
La reunión de hoy se incluye en una intensa actividad diplomática de la Santa Sede en las últimas semanas con reuniones con algunos de los protagonistas de la crisis iraquí.
Estos esfuerzos mediadores para evitar la guerra han llevado a cruzar el umbral del Vaticano al secretario general de la ONU, Kofi Annan, al viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, o al ministro de Exteriores de Alemania y presidente de turno del Consejo de Seguridad de la ONU, Joshka Fischer.
Esta semana finalizó además la difícil misión diplomática en Bagdad del cardenal Roger Etchegaray, que entregó un mensaje personal del Pontífice a Saddam Hussein con un desesperado llamamiento a evitar una guerra.
La visita de Blair al Vaticano ha tenido lugar dentro de su viaje oficial a Italia, en el que ha participado junto al Primer Ministro italiano, Silvio Berlusconi, en una cumbre bilateral anual que ha tenido como telón de fondo igualmente la crisis iraquí y en la que ambos insistieron en la necesidad de una postura común de la UE para lograr el desarme del régimen iraquí.