MONTEVIDEO.- El gobierno uruguayo podría aplazar para el 2004 parte de los pagos de la deuda de este año con el Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo el sábado el presidente del Banco Central de Uruguay, Julio de Brun.
"Probablemente está la posibilidad de que alguno de los vencimientos que tenemos con el FMI este año pasen para el año que viene", dijo De Brun. El funcionario no brindó detalles del monto de los vencimientos con el FMI.
De Braun señaló además que el acuerdo sobre las bases para el programa económico al que llegó el viernes el gobierno con el organismo crediticio cubre las necesidades de financiamiento del país hasta marzo del 2005.
El presidente de la autoridad monetaria regresó el sábado de Washington, donde se encontraba con otros integrantes del equipo económico del gobierno para finalizar las intensas negociaciones que se llevaban a cabo con las autoridades del organismo en Montevideo desde el 8 de febrero.
El acuerdo permitirá a Uruguay acceder a desembolsos clave para su economía de un paquete de ayuda de 2.800 millones de dólares que el FMI otorgó al país en agosto, en medio de una crisis bancaria que amenazó con colapsar todo el sistema financiero.
"El programa una vez que se eleve al directorio (del FMI), lo cual se espera a mediados de marzo, habilita desembolsos con los otros organismos multilaterales. Eso nos habilitaría en los próximos dos meses a recibir del orden de unos 500 a 600 millones de dólares", señaló De Brun.
"Con esto se reponen los niveles de reservas internacionales, le otorga financiamiento en el sector público en lo que tiene que ver con los desembolsos del BID y el Banco Mundial y nos da una seguridad en materia financiera para el funcionamiento de todo este programa para estos próximos 2 años", agregó.
Uruguay, que atraviesa su cuarto año de recesión, debe pagar vencimientos por unos 1.400 millones de dólares en 2003. El país contaba hasta el jueves con 555 millones de dólares de reservas internacionales, según datos del Banco Central.
De Brun dijo que en el programa se planteó un déficit fiscal de un 3,0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), desde 1,5 por ciento de la última carta de intención firmada en agosto, y un superávit primario de 3,0 por ciento.
Por su parte, Ariel Davrieux, director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto del gobierno, comentó que para cumplir con el programa deberá implementarse "una política restrictiva en materia de gasto público, salarios, pasividades e inversiones, pero eso está atado a la recaudación que se disponga".
Asmismo, dijo que actualmente un déficit de 3,0 por ciento del PIB medido en dólares es casi la misma cifra de 1,5 por ciento del año anterior, ya que en 2002 el gobierno decretó la libre flotación de la moneda, el peso, en un intento por darle un respiro a la golpeada economía uruguaya.
El peso retrocedió 46 por ciento de su valor en 2002, en su mayor parte tras el decreto de libre flotación en junio.