LIMA.- Los cocaleros del Alto Huallaga destruyeron una tubería del reservorio de agua potable que abastecía a la ciudad de Aguaytía, departamento de Ucayali (selva central) en el cuarto día de huelga indefinida, informaron pobladores de esa localidad.
Los cocaleros de los departamentos de Ucayali, Huánuco, San Martín exigen al gobierno del presidente Alejandro Toledo el cese de la erradicación forzosa, la autoerradicación de la coca, cancelación inmediata del proyecto del gobierno de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).
Pobladores de la región indicaron que los productores agrarios y cocaleros han bloqueado parte de la carretera de San Alejandro, Villa Aguaytía, Federico Basadre provocando escasez de alimentos y la paralización de buses de pasajeros y camiones que trasladan alimentos, que han comenzado a malograrse.
"La policía no hace nada por romper el bloqueo mientras que los cocaleros portando machetes amenazan a los comercios que abren sus puertas", dijo María Asunción a una emisora local tras informar que hace cuatro días se encuentra en la carretera con sus hijas sin poder pasar.
Los cocaleros exigen asimismo, el retiro de las Organizaciones No Gubernamentales que trabajan con cultivos alternativos por considerar a sus miembros agresivos con los agricultores y promover la erradicación de los cocales.
Los productores iniciaron el jueves la medida de fuerza bloqueando las vías de acceso a la ciudad de Tingo María, Huánuco, y de Aguaytía, Ucayali, amenazando a unos 200 trabajadores del Proyecto Especial de Control y Reducción de la Hoja de Coca en el Alto Huallaga (Corah).
La policía detuvo el viernes al dirigente cocalero Nelson Palomino acusado por el Poder Judicial de apología al terrorismo y de incitar a la violencia.
Palomino, secretario de la Federación de Agricultores, Productores Agropecuarios del Valle del Apurímac y del río Ene, a través de una emisora que dirige en el Cusco, convocó al paro y "a ejecutarlo con violencia, tomando locales y carreteras", informó el viernes el director general de la policía, Eduardo Pérez Rocha.
