BEIJING.- El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Igor Ivanov, afirmó hoy que Rusia está dispuesta a vetar cualquier resolución que autorice el uso de la fuerza contra Irak.
"Rusia no respaldará ninguna resolución en el seno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que, directa o indirectamente, dé vía libre a una solución armada del conflicto iraquí", aseguró Ivanov en una conferencia de prensa.
El canciller ruso subrayó que "tenemos derecho de veto. Si el interés de la estabilidad internacional así lo exige, Rusia ejercerá este derecho".
Aunque matizó que, "por supuesto, cualquier país que se plantee utilizar el veto, debe comprender claramente la responsabilidad que esto conlleva".
El canciller ruso recalcó que "Moscú hará todo lo que esté en su poder para mantener la unidad y cohesión en el seno del Consejo de Seguridad, donde contamos con asiento permanente".
En este sentido, el ministro chino de Asuntos Exteriores, Tang Jiaxuan, aseguró hoy en conversación telefónica con su colegas canadiense, Bill Graham, y japonés, Yoriko Kawaguchi, que una guerra en Irak "arruinaría la delicada estabilidad de Oriente Medio y del resto del mundo, y desencadenaría una crisis humanitaria sin precedentes", según la agencia oficial china Xinhua.
Coincidiendo con estas declaraciones, fuentes de Naciones Unidas señalaron hoy que las autoridades iraquíes les habían remitido una carta en la que aceptaban "en principio" destruir los arsenales de destrucción masiva y las instalaciones militares, como exigen los equipos de inspectores.
Ivanov, que concluye hoy una visita oficial de tres días a China, y su colega chino, Tang Jiaxuan, emitieron ayer un comunicado conjunto en el que proclamaban que "la guerra en Irak puede y debe evitarse".
"China y Rusia abogan por la resolución de la crisis iraquí a través de medios políticos y diplomáticos. Los deseos de paz de la mayoría de la comunidad internacional deben ser escuchados", señalaba este comunicado.
Además, subrayaron que "la resolución 1.441 (del Consejo de Seguridad de la ONU), aprobada por unanimidad en noviembre del año pasado, provee suficiente base legal para la solución del problema iraquí".
"El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe respaldar en todo momento el trabajo de los inspectores", afirmaba la declaración.
Los jefes de los inspectores de la ONU, Hans Blix y Mohamed El Baradei, "han cosechado importantes avances en las últimas semanas, por lo que su trabajo debe continuar", precisaron.
Ivanov se ganó el respaldo de China a la postura mantenida en las últimas dos semanas por Alemania, Francia y Rusia, que presentaron recientemente ante el Consejo de Seguridad de la ONU un memorándum en el que demandan "más tiempo -cuatro meses- y medios para los inspectores", frente a las declaraciones de Estados Unidos de que a Irak se le ha acabado el tiempo para desarmarse.
"Llevamos 4.222 días esperando que Saddam (Husein) se desarme, el tiempo se ha terminado. Las promesas de Bagdad no son creíbles", señaló hoy Marc Grossman, vicesecretario de Estado norteamericano, desde la sede de la OTAN en Bruselas.
Aunque el Presidente de EEUU, George W. Bush, aseguró el miércoles que el derrocamiento de Saddam Hussein contribuiría a la paz en Oriente Medio, los críticos consideran que la invasión de Irak desestabilizaría la región, avivaría el odio antiamericano y desencadenaría una nueva oleada terrorista.
A los llamamientos en favor de la paz, se ha unido el Papa Juan Pablo II, que aseguró ayer durante una entrevista con el presidente del Gobierno español, José María Aznar, que "confío en que todas las partes implicadas adopten iniciativas en pos de la paz, que estén inspiradas en la ley internacional vigente".
