WASHINGTON.- Estados Unidos está a punto de completar su despliegue militar, con más de 225.000 soldados cerca de Irak, un sexto portaviones que se dirige hacia el Golfo y los temibles bombarderos B-2 listos para atacar.
Efectivos de la 101ª división aerotransportada "de asalto aéreo" comenzaron a llegar a la región, indicó este viernes John Minton, portavoz de esta unidad, que cuenta con 270 helicópteros.
Según él, la mayor parte de esta división, que cuenta con 20.000 hombres, estará operacional en el Golfo en una semana.
Un grupo de buques anfibios de asalto conducidos por el USS Iwo Jima, con 4.000 infantes de marina a bordo, zarpará la semana próxima desde Virgina (este) hacia la región del Golfo Pérsico, informó este viernes la marina estadounidense.
El Iwo Jima y su grupo naval tenían en principio la misión de relevar a otro grupo anfibio ya en el lugar, dirigido por el USS Nassau. Sin embargo, la misión del Nassau fue prolongada por tiempo indeterminado.
El portahelicópteros Iwo Jima irá acompañado de los buques de transporte Nashville y Carter Hall.
El dispositivo culminará -si el parlamento turco lo aprueba el sábado- con el despliegue de 62.000 efectivos estadounidenses en Turquía, principalmente de la 4ª división de infantería.
Unos 20.000 de ellos deberían entrar a Irak, para abrir un frente en el norte, con el objetivo de controlar los yacimientos petrolíferos del Kurdistán iraquí y Tikrit, el bastión familiar y político de Saddam Hussein.
Por eso el líder iraquí refuerza la defensa, según el Pentágono, despachando unidades de la muy leal Guardia Republicana, además de concentrar tropas en Bagdad.
Los efectivos desplegados en mar y tierra en la región del Golfo y en el oriente del Mediterráneo alcanzan los 225.000 hombres (más 15.000 en una semana), y llegarían finalmente a 250.000, según un funcionario del Pentágono. Esto es la mitad del personal movilizado en 1991.
Pero no todos participarán en el ataque a Irak. El Pentágono sumó otros 10.000 soldados de Infantería movilizados en Afganistán, pero que no deberían participar en una guerra, y más 4.000 en los países vecinos.
La ofensiva terrestre contra Irak desde el sur partiría de Kuwait, donde se hallan estacionados 111.000 efectivos estadounidenses, que se suman a otros 7.000 militares desplegados en Arabia Saudita.
Un sexto portaaviones, el Nimitz, zarpará el lunes de California con otras cinco unidades. El grupo naval incluye 70 aparatos de combate y el apoyo de unos 8.000 militares. En la guerra del Golfo en 1991 también habían participado seis portaaviones. (El Nimitz estuvo operando en aguas chilenas en octubre del año 2001 en ejercicios conjuntos con la Armada Nacional).
El Nimitz se unirá a otros tres portaaviones ya en la región, el Abraham Lincoln, el Constellation y el Kitty Hawk. Otros dos, el Harry Truman y Theodore Roosevelt, están en el Mediterráneo oriental, desde donde sus aparatos pueden atacar el norte de Irak.
Esos aparatos de amplia autonomía de vuelo, en forma de "ala volante" prácticamente indetectable a los radares, ya fueron utilizados en Afganistán y en 1999 en Kosovo.
Finalmente, 800 médicos y enfermeros del hospital naval de Bethesda (Maryland, este) deben volar hacia el Comfort, buque hospital de 1.000 camas, ya en la región.
El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, por su parte, desmintió al jefe del ejército Eric K. Shinseki, quien había estimado que se necesitarían centenares de miles de soldados estadounidenses para pacificar y reconstruir Irak, una vez derrocado Hussein.
"La idea de que se necesiten centenares de miles de hombres está lejos de la realidad", declaró Rumsfeld, quien estima que se necesitarán muchos menos.
Según él, "varios países propusieron enviar tropas para la estabilización" y no se necesitará igual número de efectivos luego de un conflicto que para ganar una guerra.
Londres contribuirá con el despliegue de 42.000 militares.