SAO PAULO.- Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tienen tres refugios en Brasil donde al parecer se alojan colaboradores suyos que se ocupan de las actividades de esa organización en el exterior, informó hoy la prensa brasileña.
El mayor santuario de las FARC en el extranjero, está ubicado en la localidad de Guaíra, en el sureño estado de Paraná, en una hacienda de propiedad del empresario libanés naturalizado paraguayo Ahmad Mohamad, preso desde hace siete meses por la Policía Federal brasileña, según un informe publicado hoy por el diario "O Estado de Sao Paulo".
La publicación agrega que los otros dos escondites están en los municipios de Miranda, estado de Mato Grosso do Sul, fronterizo con Bolivia y Paraguay, y en Boa Vista, capital del estado de Roraima, limítrofe con Venezuela y Guayana.
La información sobre la existencia de los tres refugios de las FARC fue notificada a Brasil por las autoridades militares colombianas, que anexaron copias de un documento del Comando Sur de Estados Unidos, agregó el diario.
El ministro de Defensa de Brasil, José Viegas, confirmó al rotativo que las autoridades de este país están investigando las denuncias y ha prometido "presentar resultados con rapidez".
En los refugios, el grupo colombiano albergaría a colaboradores suyos, principalmente abogados, economistas e ingenieros, que se ocuparían de actividades como el tráfico de armas, lavado del dinero obtenido con el narcotráfico y otras actividades logísticas, según el informe.
Expertos en Derecho Internacional consultados por el diario indicaron que Brasil no puede hacer nada para impedir la presencia de esos individuos en su territorio porque al parecer se trata de ciudadanos colombianos "que pueden circular libremente si no son buscados por la justicia, ni han cometido delitos aquí y disponen de documentos legítimos".
Según los expertos, la única forma de alterar esa situación sería si el Gobierno brasileño clasifica a las FARC como una organización terrorista, algo que el Gobierno colombiano ha pedido a sus vecinos desde que ese grupo fue señalado como responsable del sangriento atentado perpetrado el pasado 7 de febrero contra un club de Bogotá, que dejó 36 muertos y decenas de heridos.
Las autoridades brasileñas se niegan sin embargo a llamar a las FARC terroristas, porque consideran que al hacerlo este país no podría oficiar como un eventual mediador en el conflicto colombiano, e incluso el canciller brasileño, Celso Amorim, minimizó el asunto esta semana al calificarlo de "discusión semántica" en una comparecencia ante el Senado.
La postura de Brasil frente al conflicto colombiano será el principal asunto que se tratará durante la visita que el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, hará el próximo viernes a Brasilia, donde se reunirá con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
