TOKIO.- El Presidente cubano Fidel Castro se ofreció este domingo en Japón a desempeñar un papel para tratar de encontrar una solución a la crisis con Corea del Norte, pese a que describió sus vínculos con ese país asiático como limitados.
Castro, que llegó a Tokio el sábado en la cuarta etapa de su gira por Asia, efectuó estas declaraciones en su reunión con el Primer Ministro japonés Junichiro Koizumi.
"Resolver el problema requiere esfuerzos políticos", dijo según fuentes gubernamentales japonesas el presidente de Cuba, que gobierna esa isla caribeña desde hace más de cuatro décadas.
Castro, de 76 años, que mantenía vínculos personales muy amistosos con el fallecido presidente de Corea del Norte Kim Il Sung, admitió que su relación con este país "no es tan estrecha como antes", y agregó: "Sin embargo, estoy dispuesto a hacer todo lo posible dentro de mis capacidades".
Kim Jong Il, el hijo mayor de Kim Il Sung, que murió en 1994, es actualmente el líder absoluto de Corea del Norte.
Previamente el domingo Fidel Castro se entrevistó con Tamisuke Watanuki, presidente de la Cámara de Diputados japonesa, y dijo que posiblemente podría transmitir "un mensaje" a los líderes de Pyongyang. Para él, la situación en Corea del Norte es "peligrosa" desde que George W. Bush asumió la presidencia de Estados Unidos, en 2001.
"Ni Rusia ni China quieren la guerra", prosiguió.
Castro también dijo que si bien Cuba tiene un embajador en Pyongyang, existe "un límite a la información que puede reunirse" y que nadie tiene un conocimiento "preciso de la situación actual en Corea del Norte".
El primer ministro Koizumi indicó al mandatario cubano que el desarrollo de armas y misiles nucleares norcoreano planteaba una amenaza para Japón.
Sin embargo, Koizumi dijo que Japón había realizado pequeños logros en sus esfuerzos por persuadir a Corea del Norte de que detuviera su programa nuclear. "Seguiremos siendo pacientes en nuestras negociaciones", agregó, según fuentes niponas.
Corea del Norte suscitó una crisis en agosto de 1998 al disparar un misil balístico que sobrevoló Japón antes de caer en el Pacífico.
Al año siguiente, Pyongyang decretó una moratoria de sus disparos de misiles, pero en enero pasado amenazó con suspenderla como respuesta a una crisis que atraviesa con Estados Unidos a causa de sus proyectos nucleares.
Castro dio muy buena acogida al comienzo de destrucción de misiles prohibidos por parte de Irak y estimó que esto era "importante". "Creo en la posibilidad de que una guerra puede ser evitada", dijo a Koizumi, según funcionarios japoneses.
Se trata del segundo viaje de Fidel Castro a Japón. Su visita anterior tuvo lugar en diciembre de 1995.
El lunes, según su deseo, viajará en un avión especial a Hiroshima, a 700 km al oeste de Tokio, para visitar el memorial que recuerda los estragos causados a la ciudad por la bomba atómica arrojada hacia el fin de la Segunda Guerra Mundial, y de allí regresará a su patria.