CIUDAD DEL VATICANO.- Juan Pablo II pedirá la oportunidad de dirigirse personalemente ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas si su mensaje al Presidente George W. Bush no lo convence de renunciar a la guerra contra Irak, informó el lunes a la agencia France Press una fuente diplomática vaticana.
La eventualidad de un discurso directo del Papa en Naciones Unidas fue mencionada seriamente durante la entrevista del sumo pontífice con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, hace dos semanas en el Vaticano, agregó la misma fuente.
El cardenal Pio Laghi partió de Roma este lunes por la mañana rumbo a Washington llevando una carta de paz del Papa, que deberá ser entregada al presidente estadounidense.
El cardenal Laghi, ex nuncio apostólico (embajador) en Washington y amigo de la familia Bush, espera ser recibido el miércoles.
El cardenal Laghi, amigo personal de los Bush desde la época en que fue nuncio en Washington (1980/88), hará todo lo posible para convencer al presidente de que un ataque unilateral fuera de la ONU contra Irak es un "crimen contra la paz", afirmó recientemente el ministro de Relaciones Exteriores del Papa, monseñor Jean Louis Tauran.
Una delegación de líderes religiosos estadounidenses hizo saber al Papa la semana pasada, a través de una carta, que un eventual viaje del pontífice a la ONU será bien recibido.
"Sólo el Papa podrá tomar la decisión", comentó el domingo el arzobispo Renato Martino, ex observador de la Santa Sede ante las Naciones Unidas y actual presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz.
El anciano pontífice, de 82 años, que sufre de Parkinson, podría aprovechar su paso por Nueva York para rezar ante lo que fueron las torres gemelas, explicaron fuentes vaticanas.
Un gesto que los católicos americanos apreciarían y que muchos auspiciaban que fuera realizado en agosto pasado cuando el Papa viajó a Canadá para las Jornadas Mundiales de la Juventud.
Medios vaticanos esperan que las presiones diplomáticas sobre los dos grandes protagonistas de la crisis, Estados Unidos e Irak, eviten que se desate la guerra.
El mensaje para el presidente Bush, de confesión metodista, no puede ser recibido con indiferencia, si se tiene en cuenta que el Papa representa a más de un millardo de católicos e invitó a ayunar por la paz para el próximo miércoles de cenizas.
El ayuno será cumplido también por protestantes y ortodoxos, a pedido del Consejo Ecuménico de Iglesias, con sede en Ginebra (Suiza).
El Papa, conocido por su determinación, no cesa cada día de pedir por la paz.
"Sin rendirse ante las dificultades, hay que buscar y recorrer todos los caminos posibles para evitar la guerra, que conlleva duelos y consecuencias graves para el mundo", afirmó el domingo ante miles de peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.
El cardenal Laghi, conocido por sus posiciones conservadoras, quien fue también nuncio en Argentina en los años 70 durante la dictadura, por lo que fue acusado de estrechar relaciones de amistad con algunos generales de ese país, tendrá la delicada tarea de hacer cambiar de idea al presidente Bush.
La Casa Blanca anunció el miércoles pasado que el Papa Juan Pablo II tiene derecho a hacer pronunciamientos públicos contra la guerra, pero que éstos no serán el factor decisivo en relación a una posible acción contra Irak.