SEÚL.- Corea del Sur descartó un posible ataque estadounidense a Corea del Norte por sus amenazas nucleares, pese al despliegue militar que Washington ordenó ayer en el Pacífico y a las maniobras militares conjuntas cerca de su frontera que Pyongyang ve como prueba de su ambición invasora.
Washington decidió ayer neutralizar una posible agresión de Corea del Norte en caso de iniciarse la guerra contra Irak con el envío inmediato de 24 bombarderos B-1 y B-52 a la isla de Guam, en el Pacífico occidental y próximo a esta península.
Esa medida es una respuesta al incidente aéreo del domingo, cuando un avión de reconocimiento estadounidense fue interceptado momentáneamente por cuatro cazas norcoreanos y uno de ellos activó los sistemas de ataque, aunque no se llegó a la agresión.
La tensión en esta península de Asia Oriental se incrementa desde que octubre pasado Washington divulgara que Corea del Norte admitió mantener un programa secreto nuclear con fines militaristas, incumpliendo un tratado de 1994 con Estados Unidos, creado en principio para evitar que Pyongyang fabricara bombas atómicas.
Ante las advertencias de anoche del Presidente estadounidense, George W. Bush, de recurrir a la fuerza militar si se agota la vía pacífica, Corea del Sur reaccionó hoy con relativa calma quitando hierro a las declaraciones.
El ministro de Unificación surcoreano, Chung Sae Hyun, dijo que era una "preocupación infundada" el temor a un eventual ataque militar de Estados Unidos a Corea del Norte debido al presunto reinicio del programa nuclear de Pyongyang.
Chung argumentó que en la política hacia Corea del Norte, la Casa Blanca no puede ignorar la autoridad de Corea del Sur ni actuar contra su voluntad, ya que Washington y Seúl están unidos por una alianza de seguridad de más de medio siglo de vida que ha sido beneficiosa para ambas partes.
El ministro subrayó que la postura oficial de ambos países es intentar solucionar la crisis por la vía diplomática, aunque admitió que la actitud norcoreana sólo servía para empeorar la situación.
Opinó además que el incidente del avión estadounidense y los cazas norcoreanos formaba parte de la estrategia de presión de Pyongyang para lograr que Estados Unidos se siente a la mesa de negociaciones directas, en lugar de discutir la problemática de forma multilateral con otros países de la zona, como pretende Washington.
Por su parte, el nuevo Presidente surcoreano, Roh Moo Hyun, pidió Estados Unidos "no ir demasiado lejos". El Mandatario se ha declarado defensor del acercamiento Norte-Sur y de una solución pacífica y negociada.
Reacción de Corea del Norte
Ante la posición de fuerza que muestra Washington, Corea del Norte dijo hoy que no se quedará con los brazos cruzados viendo las dos maniobras militares conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur, que se celebrarán este mes cerca de la división fronteriza de la península.
A través de Radio Pyongyang el régimen norcoreano calificó las maniobras de "guerra nuclear experimental" y "provocación militar peligrosa" cuyo objetivo es invadir Corea del Norte.
El órgano oficial de prensa del Partido de los Trabajadores norcoreanos, el diario "Rodong Sinmun", exigió de nuevo a Washington un pacto de no agresión, aunque esta vez añadió que debe ser ratificado por el Congreso estadounidense con el fin de contar con las garantías válidas del derecho internacional contra una posible invasión.