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Rusia rechaza ultimátum a Irak y considera "inviable" resolución

El ministro de Exteriores de Rusia, Igor Ivanov, insistió en que, tras conocerse el último informe de los inspectores de Naciones Unidas, "existe una posibilidad real para una salida política" a la crisis en Irak.

08 de Marzo de 2003 | 09:39 | EFE
MOSCÚ.- Las autoridades rusas rechazaron hoy el ultimátum de Estados Unidos y Gran Bretaña a Irak, y manifestaron que el nuevo proyecto de resolución presentado por estos países ante el Consejo de Seguridad de la ONU es "inviable" pues abre las puertas a la guerra.

En declaraciones al Canal 1 ruso de televisión, el ministro de Exteriores de Rusia, Igor Ivanov, analizó la sesión de ayer del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en la que se presentó el último informe de los inspectores internacionales sobre Irak.

En la acalorada sesión, el ministro de Exteriores de Gran Bretaña, Jack Straw, presentó una enmienda al proyecto de resolución británico-estadounidense sobre el uso de la fuerza contra Irak que da un plazo hasta el 17 de marzo para que el régimen de Sadam Husein demuestre su desarme.

"No creemos que tales ultimátum estén justificados y menos ahora, cuando los jefes de los grupos de inspección han pedido varios meses para completar su trabajo", explicó el ministro ruso.

Según Ivanov, "Rusia considera esa resolución inviable", pues "no promueve un arreglo político de la situación iraquí".

Ivanov insistió en que, tras conocerse el último informe de los inspectores de Naciones Unidas, "existe una posibilidad real para una salida política" a la crisis.

"Los informes confirman que el mecanismo de inspección está funcionando’’, dijo el ministro ruso, quien abogó por la continuación de esas inspecciones.

Ivanov señaló que el nuevo proyecto de resolución de EE.UU. y Gran Bretaña, y que es respaldado por España, abre las puertas a una guerra "ligada, no sólo a una enorme pérdida de vidas humanas, sino a unas consecuencias internacionales muy graves".

Por estas razones, "no creemos que haya necesidad de adoptar ninguna nueva resolución en el momento presente", afirmó.

Y advirtió de que un ataque unilateral contra Irak actuaría en contra de la Carta de fundación de la ONU y por tanto requeriría la convocatoria urgente de su Consejo de Seguridad.

El viceministro de Exteriores, Yuri Fedótov, fue también tajante en unas declaraciones a la agencia Interfax, en las que prometió que Rusia "hará todo lo posible para que no se adopte ese proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad".

Según Fedótov, la resolución "no pasará, ni siquiera aunque recabara la mayoría de votos, pues Rusia, Francia y China no lo permitirían".

Ivanov adelantó que Rusia lanzará una ofensiva diplomática con los otros cuatro miembros del Consejo de Seguridad de la ONU (EE.UU., Francia, China y Gran Bretaña) para "continuar un diálogo activo" y limar las graves divergencias existentes.

En su comparecencia ayer ante el Consejo de Seguridad, Ivanov ya propuso la creación de un programa de trabajo para el UNMOVIC en el que se detallen las tareas pendientes en la inspección.

El clima de división internacional confirmado en la sesión del Consejo de Seguridad y la aparente determinación de EE.UU. y sus aliados para lanzar una operación armada contra Irak levantaron gran preocupación en Moscú y dudas sobre la estrategia del Kremlin en la crisis.

El presidente del Comité de Exteriores de la Duma o cámara baja del Parlamento, Dmitri Rogozin, dijo a Radio Eco de Moscú que el ataque de EE.UU. a Irak puede convertirse en un primer peldaño para "acciones bélicas masivas que devengan en una nueva guerra mundial".

Serguéi Márkov, jefe del Instituto de Estudios Internacionales, dijo que ha llegado la hora de que Rusia deje de hacer el juego a otros países y apueste por sus propios intereses.

Según Márkov, el Kremlin debe darse cuenta de quién es el aliado más útil para evitar que Rusia quede de nuevo aislada, por lo que debería abstenerse en caso de votación de una resolución.

Viacheslav Nikónov, presidente del Fondo Politika, pidió al Kremlin que medite bien su decisión en caso de que se presente a votación el nuevo proyecto de resolución, pues Moscú podría quedarse sólo en su rechazo.

"Francia normalmente se une a los ganadores en el último momento y China no tiene especial interés en Irak. Más aún, Pekín odia a Sadam Husein por su exterminio de los comunistas iraquíes", afirmó.

Nikónov explicó que, en cualquier caso, habrá guerra, ya sea después del 17 de marzo, cuando expira el ultimátum, o del día 13, después de que sea rechazada la nueva resolución.
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