BUENOS AIRES.- Los argentinos tendrán que optar entre quince políticos, cuatro de ellos del gobernante partido peronista, en los comicios presidenciales del 27 de abril, tras el cierre de inscripción de las candidaturas en la justicia electoral.
Pese a la variedad de postulantes, las diversas encuestas de intención de voto muestran que ninguno de los candidatos en danza cosecha el 20 por ciento de las preferencias, varios puntos porcentuales menos de los que suman quienes se abstendrán de votar o anularán su sufragio.
Las elecciones del 27 de abril, con una (casi segura) segunda vuelta programada para el 18 de mayo, exhiben también, como hecho paradójico, al partido peronista como oficialista y opositor a la vez.
Los últimos sondeos sitúan al frente de las preferencias, con alrededor del 18 por ciento de intención de voto, al gobernador de la provincia sureña de Santa Cruz, el abogado peronista Néstor Kirchner, quien cuenta con el apoyo del Presidente argentino, Eduardo Duhalde.
También se anotó en la carrera presidencial el peronista Adolfo Rodríguez Saá, segundo en los sondeos, gobernador durante 18 años consecutivos de la provincia de San Luis, en el centro de Argentina, y presidente provisional del país por una semana tras la crisis institucional de finales de 2001.
El ex Presidente Carlos Menem, también del partido peronista y enfrentado con Duhalde, aspira a un tercer mandato, tras haber gobernado Argentina dos períodos consecutivos entre 1989 y 1999.
Las últimas encuestas sitúan al ex Mandatario en el tercer o cuarto puesto, con un 12 o 14 por ciento de las preferencias, pero poco más del 40 por ciento de los encuestados considera que triunfará en las elecciones presidenciales.
El cuarto candidato del peronismo, pero que no figura en ninguna encuesta, es el empresario textil Ricardo Mussa, quien ya se ha presentado en otras elecciones -tanto para diputado nacional como para gobernador de la provincia de Buenos Aires-, aunque nunca llegó a cosechar más de mil sufragios.
La diputada Elisa Carrió, quien rompió su afiliación al centenario partido Unión Cívica Radical (UCR), se presenta como candidata presidencial por la coalición de centro izquierda Alternativa para una República de Iguales (ARI).
Otro ex afiliado radical, el fugaz ex ministro de Economía Ricardo López Murphy, se postula por el Movimiento Federal Recrear, de centro derecha, mientras el partido Socialista, que en un principio apoyó a Carrió, presenta la candidatura del diputado Alfredo Bravo, presidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.
La UCR, sumida en una profunda crisis desde la renuncia de Fernando de la Rúa a la presidencia en diciembre de 2001, lleva como candidato al diputado Leopoldo Moreau, mientras la Democracia Cristiana postula a Manuel Herrera, ex presidente de la Unión Industrial Argentina, la cámara empresaria más importante del país.
La izquierda no logró limar sus diferencias y presenta cuatro candidatos: la diputada comunista Patricia Walsh, hija del periodista y escritor Rodolfo Walsh, desaparecido durante la última dictadura militar; Jorge Altamira por el partido Obrero; Guillermo Sullings, por el partido Humanista, y Jorge Mazitelli, por el partido Socialista Auténtico.
También aparece en la nómina el abogado y periodista Carlos Zaffore, del Movimiento de Integración y de Desarrollo, agrupación que llevó a la presidencia del país a Arturo Frondizi en 1958 y que en varias elecciones concurrió aliado al peronismo.
El plazo para la inscripción de las candidaturas presidenciales en la justicia electoral venció la medianoche del sábado y el último en anotarse, casi sobre el cierre, fue el abogado Juan Arcagni, de 38 años, quien anunció su postulación por el hasta ahora desconocido Movimiento Renovar Argentina.