LIMA.- El ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Allan Wagner, declaró hoy que difícilmente la policía japonesa acatará la orden de detención internacional dictada por la Interpol contra el ex presidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000).
El canciller peruano dijo que "en la medida que Fujimori está siendo considerado como nacional de Japón, esta requisitoria difícilmente podrá ser acatada por la policía japonesa".
El Gobierno peruano confirmó ayer, sábado, que la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) había cursado la orden de captura contra Fujimori a sus 180 filiales en el mundo por los delitos de homicidio calificado, desaparición forzada y lesiones graves.
Sin embargo, las autoridades japonesas han comunicado hoy que no ejecutarán ninguna acción dirigida a detener a Fujimori, refugiado en Tokio desde noviembre de 2000 cuando renunció a la presidencia de Perú por un escándalo de corrupción.
En Japón sólo existía una orden de detención por presuntos delitos de corrupción, pero los nuevos cargos por delitos de lesa humanidad agravan la situación del ex gobernante andino.
Wagner declaró esta noche a una emisora local que "la acción que Perú va a desarrollar al respecto es la solicitud de extradición de Fujimori, que será presentada tan pronto culmine la traducción del expediente respectivo", probablemente en junio de este año.
La orden de extradición de Fujimori, por su presunta responsabilidad en el asesinato de 25 personas a manos del paramilitar grupo Colina, está retrasada en Perú debido a las dificultades que han encontrado las autoridades judiciales para la traducción al japonés.
Sin embargo, el canciller peruano destacó que la orden de la Interpol confirma el carácter de fugitivo de Fujimori y que contribuye a una toma de conciencia internacional sobre esa condición.
"De lo que se trata es remarcar que Fujimori debe presentarse ante los tribunales peruanos para responder por los delitos de que se le acusan", insistió el jefe de la diplomacia local.