NUEVA YORK.- El Consejo de Seguridad de la ONU inició este lunes por la tarde la reunión a puerta cerrada en la que se discutirá el proyecto de resolución de Estados Unidos, España y Gran Bretaña para el desarme iraquí.
La reunión empezó poco después de las 16:OO (21:00 GMT), después de que el Presidente francés Jacques Chirac y el canciller ruso, Igor Ivanov, anunciasen que sus países votarán en contra de la propuesta.
Pese a ello, el embajador británico en la ONU, Jeremy Greenstock, afirmó que seguirán intentando que prospere el texto, que fija el 17 de marzo como fecha límite para tomar una decisión sobre el grado de cooperación de Irak.
"Mis instrucciones por el momento es que continúe trabajando por el proyecto de resolución, y continuaremos haciéndolo", dijo el representante de Londres a la prensa antes de entrar a la reunión.
"Estamos trabajando muy duro para ver si hay propuestas que pudieran crear una mayoría en el Consejo", añadió.
Greenstock dijo que "no espera un voto (del texto) antes de 24 horas", es decir, antes del miércoles.
Por su parte, el embajador estadounidense reiteró una vez más que si Irak "no se desarma pacíficamente, será desarmado por la fuerza".
John Negroponte afirmó que Washington sigue convencido "de que Irak no está cumpliendo con las obligaciones previstas por la (resolución) 1.441", que daba una última oportunidad a Bagdad antes de hacer frente a serias consecuencias.
A la reunión asistió el jefe de la Comisión de Control, Verificación e Inspección de desarme (UNMOVIC) Hans Blix, coincidiendo con la información difundida por el "New York Times" del hallazgo en Irak de un avión no tripulado con capacidad para dispersar agentes químicos y biológicos.
El hecho de que el aparato "no fuera declarado inicialmente (en el inventario armamentístico proporcionado por Bagdad) es otro ejemplo de la incapacidad de Irak de decir la verdad respeto a sus compromisos".
Del encuentro podría salir la fecha definitiva para el voto del texto propuesto, cuya suerte depende de que reciba el "sí" de nueve de los quince países del Consejo y que ningún miembro permanente --Rusia, Francia, China, Estados Unidos y Gran Bretaña- imponga su veto.
El embajador guineano, que ostenta la presidencia rotatoria del Consejo, anunció por la mañana que pediría que la votación tenga lugar en el marco de una sesión abierta, en la que el resto de los miembros de la ONU puedan intervenir.
"Voy a plantear la idea a mis colegas", dijo a la prensa un par de horas antes del inicio de las consultas.