MOSCÚ.- El Kremlin reiteró hoy con dureza que se opondrá a toda resolución de la ONU que despeje el camino a una guerra contra Irak y advirtió contra los intentos de supeditar las relaciones entre Moscú y Washington a las contingencias de la crisis iraquí.
"En caso de que se presente a votación un nuevo proyecto de resolución que directa o indirectamente abra el camino a una acción de fuerza contra Bagdad, Rusia votará en contra", dijo en Dushambé, la capital de Tayikistán, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Igor Ivanov.
Sin embargo, tras reafirmar la posición oficial del Kremlin ante la crisis iraquí, el jefe de la diplomacia rusa indicó que todavía "es prematuro" hablar de la votación en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Rusia como miembro permanente tiene derecho a veto, pues "de momento no hay un proyecto concreto de resolución".
Ivanov manifestó que "ahora se dan todas las posibilidades para un arreglo político del problema iraquí" y añadió que "Rusia procurará por todos los medios que éste sea alcanzado".
Resaltó que si la comunidad internacional consigue encauzar la crisis iraquí por la vía pacífica, ello "abrirá posibilidades para un arreglo político en otras regiones del mundo, en Oriente Medio y Afganistán".
El titular de Exteriores afirmó que son "improductivos" los intentos de vincular las relaciones bilaterales ruso-estadounidenses con el desarrollo de los acontecimientos de la crisis en torno a Irak, en una sopesada y diplomática respuesta a las presiones de EE.UU.
La víspera, el embajador norteamericano ante el Kremlin, Alexander Vershbow, había advertido a las autoridades rusas de que las relaciones entre Washington y Moscú podrían verse "dañadas" por la posición de Rusia ante la crisis iraquí.
El embajador manifestó que la decisión final de Moscú podría afectar a las inversiones norteamericanas, la cooperación bilateral en el campo energético, la lucha antiterrorista, la colaboración en el sector espacial y las relaciones con la OTAN.
"Sería muy lamentable que el progreso logrado en estos ámbitos quedara relegado o incluso estancado por las serias divergencias sobre Irak", dijo Vershbow, quien instó a Rusia a "sopesar todas las consecuencias" de su eventual veto en el Consejo de Seguridad.
Anoche mismo, los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Estados Unidos, George W. Bush, mantuvieron una conversación telefónica en la que los dos mandatarios constataron sus diferencias en la visión de la crisis, aunque resaltaron la importancia del "constante diálogo político" entre Moscú y Washington.
Ivanov dijo hoy que Rusia "está dispuesta a desarrollar unas relaciones constructivas con Estados Unidos y no está interesada en un conflicto" con Washington.
"Nadie quiere la confrontación, pero al mismo tiempo Rusia declara abiertamente y sin ambages su posición sobre Irak, por cuanto consideramos que la variante militar tampoco responde a los intereses de Estados Unidos", recalcó.
Por otra parte, el viceministro ruso de Exteriores, Yuri Fedótov, dijo que la concreción de la propuesta del Reino Unido, que plantea al régimen de Saddam Hussein el cumplimiento de seis condiciones para evitar la guerra, exige "determinado tiempo".
Fedótov indicó que la sugerencia británica se entrelaza con las conclusiones del jefe de los inspectores internacionales, Hans Blix, quien "habló de un plazo de varios meses para cumplir las tareas clave del desarme" de Irak.
Sin embargo, el diplomático expresó que el proyecto de resolución anglo-estadounidense sobre Irak "no ha sufrido cambios y, como antes, conserva el ultimátum del 17 de marzo", rechazado ya de forma tajante por Rusia y Francia.
"En las consultas que se llevan a cabo en el Consejo de Seguridad Rusia mantendrá su posición de principio: nos oponemos a cualquier resolución que contenga un ultimátum y despeje automáticamente la vía hacia la guerra", recalcó Fedótov.
