MOSCÚ.- El Kremlin afirmó hoy que el nuevo proyecto de resolución sobre Irak no cuenta con los apoyos necesarios en el Consejo de Seguridad de la ONU y, por lo tanto, aún hay espacio para un arreglo diplomático a la crisis iraquí.
El debate en la ONU sobre la propuesta británica que plantea seis condiciones al régimen del presidente Saddam Hussein "ha demostrado que la mayoría de los miembros del Consejo de Seguridad la rechazan", dijo el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Yuri Fedótov.
"En el Consejo de Seguridad prevalece la opinión de que la iniciativa británica contiene un ultimátum y da pie al empleo automático de la fuerza", recalcó el diplomático en declaraciones a la agencia oficial Itar-Tass.
Fedótov indicó que "las voces que últimamente se oyen de que el proyecto de resolución no será presentado a votación" obedece a que en el Consejo de Seguridad hay una correlación de fuerzas adversa a un texto que dé luz verde a una operación militar contra Irak.
Descartó de manera categórica la posibilidad de que Rusia modifique su postura ante la crisis iraquí y se abstenga en una eventual votación en el Consejo de Seguridad, tal y como han sugerido algunos portavoces de Washington.
"La posición de Rusia se mantiene inalterable: no permitiremos ninguna resolución basada en un ultimátum y que allane el camino al empleo de la fuerza contra Irak", enfatizó Fedótov.
El viceministro reiteró que "esta posición de Rusia incluye la posibilidad de que emplee su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU", del que es miembro permanente.
Desde que heredó el sillón de la Unión Soviética en el Consejo de Seguridad, Rusia ha hecho uso del veto dos veces: en 1993, contra la prórroga del mandato de la Fuerza de Paz de la ONU en Chipre, y en 1994, cuando se opuso a que el embargo a la antigua Yugoslavia se extendiera a las exportaciones desde Serbia hacia Bosnia.
El viceministro ruso de Exteriores desmintió afirmaciones procedentes desde Estados Unidos acerca de que Moscú podría intentar persuadir a Saddam de que presente su dimisión como fórmula para evitar una operación militar contra Irak.
"Rusia no está tratando de convencer a Saddam Hussein para que renuncie", dijo Fedótov, quien recalcó que "ninguna de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU plantea el cambio de régimen en Bagdad".
El ex presidente soviético Mijaíl Gorbachov afirmó ayer que la dimisión de Sadam es la única manera de evitar que Estados Unidos lance una operación militar en Irak.
Por su parte, el presidente de la Duma, o Cámara de Diputados de Rusia, Guennadi Selezniov, apoyó la posición del Kremlin y recalcó que Moscú no cambiará su postura ante la crisis iraquí, pese a las presiones de Estados Unidos.
"Si es necesario emplearemos el veto en el Consejo de Seguridad. Todas las conjeturas de que Rusia puede modificar su posición bajo la presión de los estadounidense son sólo versiones periodísticas", dijo Selezniov.
El presidente de Cámara manifestó que Rusia, Francia y China se pronuncian firmemente contra la aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU de nuevas resoluciones sobre Irak.
"Incluso si se presenta un proyecto (de resolución) más blando, pero que abra el camino a la guerra, Rusia no lo respaldará", subrayó.
Selezniov, que a comienzos de semana visitó Bagdad, dijo que el Presidente de Irak "se siente seguro y denuncia que una eventual invasión anglo-estadounidense sin la autorización de la ONU será una agresión".
Agregó que Saddam le manifestó que Irak está "bien preparado para repeler una agresión" y que cuenta con siete millones de hombres dispuestos a empuñar las armas.
Según el presidente de la Duma, Irak minó todos sus pozos petroleros y está dispuesto a volarlos en caso de una operación militar en su contra.
