ROMA.- Desafiando una orden del Papa Juan Pablo II de abandonar sus hábitos, un sacerdote italiano dijo que seguirá oficiando ceremonias religiosas para casar a parejas de homosexuales y lesbianas, y a sacerdotes que quieran contraer nupcias.
Franco Barbero, de la localidad de Pinerolo, cerca de la norteña ciudad de Turín, fue expulsado del sacerdocio hace dos días por medio de un decreto papal.
El documento del Vaticano dice que había sido expulsado por "irregularidades en la liturgia", en referencia a las ceremonias religiosas para casar a parejas de homosexuales.
"Yo creo que la Iglesia debe dar la bienvenida, de igual forma, a cualquier manifestación de amor verdadero. Los homosexuales son homosexuales por la voluntad de Dios", dijo en entrevista telefónica Barbero, de 64 años.
"Dios no comete errores. Dios no es la Fiat", manifestó, aludiendo a la crisis que ha golpeado al fabricante italiano de autos.
Agregó que celebrará misa el domingo, como siempre, y que viajará a Roma la próxima semana para casar a dos parejas de lesbianas.
Explicó que, desde su punto de vista, el celibato de los sacerdotes es algo anticuado y poco natural.
"Ayer casé a un sacerdote, en forma clandestina por supuesto, que trabaja en una parroquia de Roma, cerca de la Santa Sede".
Dijo que El Vaticano no tiene el poder para detenerlo. "El sacerdocio está en mis genes. No me lo pueden quitar", expresó, pese a que los matrimonios de homosexuales y sacerdotes que ha realizado a lo largo de los años no tienen validez legal.