SAO PAULO.- La Dirección Nacional del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, apoyó hoy una resolución de apoyo a la actual política económica del Gobierno.
La aprobación - de 54 votos contra 21- se realizó en la primera reunión de la Dirección Nacional del partido desde que Lula asumió la presidencia brasileña, el pasado 1 de enero, obliga a todos los miembros de la mayor fuerza de izquierda de Brasil a apoyar las decisiones económicas del Gobierno.
La decisión significa una derrota política para los sectores más a la izquierda del PT, conocidos como los "radicales", severos críticos de la política económica, a la que consideran una continuación de la del ex presidente socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso.
Dicho grupo, liderado por una senadora y tres diputados, se ha convertido en duro crítico del ministro de Hacienda, Antonio Palocci, por medidas como la elevación de las tasas de interés, la reducción del presupuesto y el aumento de la meta de superávit fiscal para este año.
"La aprobación de la resolución por amplia mayoría muestra que la tarea central del PT es el respaldo al gobierno Lula. El apoyo del partido al Gobierno no está en discusión", aseguró el presidente del PT, José Genoino, autor de la iniciativa.
La resolución, además, supone un triunfo para Lula, que participó en la reunión como miembro de la Dirección Nacional de su partido, ya que unifica en defensa del Gobierno a todo su partido, que tiene una mayoría relativa en la Cámara de Diputados y es la tercera fuerza en el Senado.
La resolución aprobada también obliga a todos los miembros del partido, incluso los "radicales", a apoyar las alianzas políticas que Lula acuerde en su esfuerzo por aprobar en el Congreso las principales reformas gubernamentales, como la tributaria y la del sistema de seguridad social.
Además de aprobar la resolución de apoyo al Gobierno, la mayoría "petista" fiel a Lula consiguió derrumbar dos propuestas de resolución presentadas por representantes de las alas radicales y que exigían cambios profundos en la política económica.
Una de las propuestas, presentada por la senadora Heloísa Helena, preveía la organización de un seminario en el que los economistas del partido decidiesen los nuevos rumbos de la conducción económica del país.
"Ya conseguimos que los inversores extranjeros regresen al país, recuperamos la credibilidad internacional y logramos que la inflación, el dólar y el índice riesgo-país cayesen", aseguró, por su parte, el portavoz del Gobierno en el Congreso, el senador Aloisio Mercadante.
La resolución de apoyo a la política económica fue aprobada luego de que Lula pidiera el respaldo unitario de todo su partido en sus esfuerzos para "cambiar" a Brasil.