En una de sus más fuertes apelaciones contra la guerra, el Pontífice imploró a Saddam Hussein que evite dar a Occidente razones para atacar.(AP)
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II lanzó hoy un nuevo llamamiento para lograr una solución pacífica en la crisis iraquí y pidió que se valoren las "tremendas consecuencias" de una guerra para la población civil y la región de Oriente Medio.
Durante el rezo dominical del Angelus, el Papa pidió al régimen de Bagdad que colabore con los inspectores de la ONU y recordó a las partes en conflicto que perseverar en las negociaciones "no significa humillarse, sino trabajar con responsabilidad por la paz" y que el uso de la fuerza es "el último recurso".
"Hay todavía tiempo para negociar, hay todavía espacio para la paz", dijo el Santo Padre al subrayar que los próximos días serán decisivos en el devenir de la crisis iraquí.
Ante los miles de personas congregadas en la plaza de San Pedro del Vaticano, el Pontífice subrayó que la humanidad "no debe perder la esperanza" de que se mantenga la paz, "a pesar de la violencia y los desequilibrios" que amenazan al mundo.