NUEVA YORK.- El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas convocó a una sesión de consultas sobre la crisis de Irak para este lunes en su sede en Nueva York.
La decisión fue anunciada oficialmente, respondiendo a un pedido de Francia, Alemania y Rusia, inmediatamente después de que Estados Uidos, Gran Bretaña y España plantearan hoy en su cumbre de las islas Azores un último plazo hasta este lunes para encontrar una solución diplomática al conflicto.
La reunión se realizará a puertas cerradas a partir de las 15.00 local (17.00 en Chile) a nivel de embajadores. Los ministros de Relaciones Exteriores de los países integrantes del Consejo de Seguridad podrían reunirse el miércoles, según fuentes diplomáticas en Nueva York.
Se espera que Estados Uidos, Gran Bretaña y España presenten su propuesta de resolución con un ultimátum para que Irak demuestre su voluntad de desarme, postergando por unos pocos días el plazo que originalmente vencía el mismo 17 de marzo. Este borrador había chocado hasta ahora con fuerte oposición en el Consejo de Seguridad, incluyendo la amenaza de veto de Francia y Rusia.
"Probablemente posterguen la fecha unos pocos días y exijan a la vez una votación", dijo un diplomático de alto rango acreditado ante la ONU. La votación podría realizarse a nivel de ministros de Relaciones Exteriores el martes o miércoles.
El pedido de convocatoria a las consultas había sido realizado por Moscú, París y Berlín en relación con una nueva iniciativa de estos gobiernos para llegar a un desarme pacífico de Irak. Los tres países quieren instar a Irak a través de la ONU a un desarme acelerado para evitar la guerra, a la vez que insistirán en la necesidad de otorgarle a los iraquíes el tiempo suficiente para cumplir con las demandas de desarme insatisfechas.
Estas demandas surgirían del programa de trabajo que deben presentar ante el Consejo los inspectores de armas. El jefe de la Comisión de Vigilancia, Verificación e Inspección de Naciones Unidas (UNMOVIC), Hans Blix, confirmó que podría presentar un programa de trabajo detallado al Consejo de Seguridad el martes.
La necesidad de analizar este programa de los inspectores es interpretada por los países opuestos a una acción armada como prueba de que "el final de la diplomacia aún no ha llegado", como expresó un diplomático occidental.