CANBERRA.— El Primer Ministro John Howard dijo el martes que su gobierno se comprometía a aportar 2.000 efectivos a un ataque encabezado por Estados Unidos con el objeto de desarmar a Irak.
"El gobierno ha autorizado al comandante de la Fuerza de Defensa Australiana a que coloque a las fuerzas australianas que se encuentran en la región del Golfo Pérsico como parte de cualquier futuro operativo coaligado dirigido por Estados Unidos", dijo Howard en un discurso televisado a la nación.
Howard pronunció su discurso horas después de que el Presidente George W. Bush lo llamó para pedirle que integre una "coalición de los dispuestos".
"La acción que se ha de realizar como resultado de esta decisión tiene una sólida base legal en las resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad", agregó Howard.
Añadió que si las fuerzas internacionales concentradas en las fronteras de Irak fuesen retiradas, "desaparecería cualquier remedo de cooperación de Irak (con los inspectores de armas)".
Howard dijo que era "muy consciente" de la oposición a su decisión en la comunidad. Una encuesta publicada el martes indica que el 71% del electorado se opone a los ataques norteamericanos. En el conocido edificio de la Opera de Sydney, colgaba un gran letrero rojo con la leyenda "No a la guerra".
