PARIS.- Las fuertes críticas de miembros del gobierno británico a la política francesa en la cuestión de Irak fueron recibidas hoy con sorpresa y estupor en París.
"Esas expresiones fueron impropias de un país amigo", explicó hoy el Ministerio del Exterior francés y agregó que París está "conmocionado y preocupado".
El Primer Ministro británico, Tony Blair, responsabilizó claramente el martes a Francia por la división del Consejo de Seguridad en torno a la crisis de Irak por su anuncio de recurrir al veto.
"El único argumento que lo puede convencer (a Saddam Hussein, Presidente de Irak) son los 250.000 soldados aliados que tiene a las puertas de casa. Y pese a ser tan manifiesto, se nos dice que se vetará cualquier resolución que permita el uso de la fuerza", dijo Blair el martes en el debate en la Cámara de los Comunes sobre el conflicto de Irak.
El ministro del Exterior de Francia, Dominique de Villepin, llamó hoy a su par británico, Jack Straw, para manifestarle lo conmocionado que estaba por las declaraciones de los miembros del gobierno británico.
"Sabemos muy bien la presión política interna que sufre el gobierno británico", reconoció el Ministerio del Exterior francés. Sin embargo, afirmó que Francia es un país amigo y socio europeo de los británicos. "Además, la presentación de los datos no se corresponde con la realidad", se agregó.