VATICANO.- El Papa Juan Pablo II hizo este miércoles un último llamado a favor de la paz mientras que tropas de Estados Unidos y Gran Bretaña se alistaban para un asalto contra Irak.
El Papa habló del "precioso regalo de buena voluntad y paz que puede darse a toda la humanidad, en especial a aquellos que están ahora amenazados por la guerra".
"En estos momentos en que la paz se ve amenazada, rezo para que reviva el deseo de armonía y reconciliación", dijo el pontífice.
Los comentarios del Papa fueron los primeros del jerarca católico desde que el Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dio un plazo de 48 horas -que expira esta noche a las 21:00 (hora chilena)- para que Saddam Hussein, abandone el país o de lo contrario enfrentará una invasión. El líder iraquí rechazó ayer el ultimátum.
El jerarca católico, de 82 años, una de las voces más fuertes en el mundo en contra de la guerra, sostuvo en semanas recientes conversaciones con líderes de ambas partes del conflicto. También envió representantes a Washington y Bagdad.
El martes, el Vaticano dijo que los países que decidan atacar a Irak sin un consenso global serán responsables ante Dios y la historia, dejando en claro que el Papa Juan Pablo II no apoyará sus acciones.
"Aquellos que decidan que todos los medios pacíficos que contempla la ley internacional se han agotado, asumen una gran responsabilidad ante Dios, sus conciencias y la historia", dijo el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro-Valls.
El Papa reiteró hoy la necesidad de una solución pacífica al conflicto en su mensaje habitual de media semana a los peregrinos que se reúnen en la Plaza de San Pedro. El Santo Padre invocó a San José, a quien llamó "un hombre de paz".
Su representante de paz reiteró la advertencia de que la guerra podría disparar una serie de ataques terroristas en la región y en otras partes del mundo.
El arzobispo Renato Martino, presidente del Departamento de Paz y Justicia del Vaticano, dijo en una entrevista con el diario La República: "Estamos en riesgo de que se desate una ola de terrorismo en Oriente Medio, en donde puede crecer el odio hacia Occidente, visto como un invasor".
Agregó que "Estados Unidos cometió un error muy serio y muy grave".