TOKIO/SEUL.- El premier japonés Junichiro Koizumi renovó hoy, después de los primeros ataques norteamericanos contra Irak, su "plena comprensión y apoyo" a las decisiones de George Bush y auspició que "la intervención se resuelva en un breve lapso y con el menor número de víctimas posible".
Mientras el premier hablaba a la prensa en su residencia oficial de Tokio, frente a la embajada norteamericana un centenar de pacifistas se manifestaba en contra de la guerra.
Si bien Koizumi ratificó la legitimidad de la intervención estadounidense, agregó que Japón hará lo posible para mantener buenas relaciones con los países islámicos y "retomar en el futuro buenas relaciones de cooperación y solidaridad incluso con los países que no compartieron la intervención armada contra Irak".
El premier exaltó la alianza política y militar con Estados Unidos, "eje de la política exterior nipona", definiéndola como disuasivo eficaz contra las amenazas de las armas de destrucción masiva "de cualquier país que provinieran", en alusión al programa nuclear de Corea del norte y a sus misiles balísticos.
A la pregunta de si Corea del Norte ocupa para él el mismo lugar que Irak, Koizumi precisó que Japón quiere resolver pacíficamente los problemas con Pyongyang en el respeto de la declaración conjunta de septiembre, emitida al término de una cumbre con el líder norcoreano Kim Jong Il.
Seul también respalda posición de Estados Unidos
El presidente surcoreano, Roh Moo Hyun, oficializó el apoyo de su país al ataque angloestadounidense contra Irak y lo consideró "inevitable y del interés nacional", añadiendo que su gobierno "hará lo posible por reducir al mínimo eventuales consecuencias negativas en las relaciones con Corea del Norte".
"Estamos ante una difícil situación. Está en el interés nacional apoyar activamente los esfuerzos de Estados Unidos para frenar la proliferación de las armas de destrucción masiva que Irak se negó a abandonar de manera pacífica", dijo Roh, que asumió el poder el 25 de febrero pasado.
"Al mismo tiempo -añadió- debemos enfrentar la crisis creada por el programa nuclear de Corea del Norte, país con el cual está en nuestro interés nacional buscar el diálogo y la cooperación".
En cuanto a la colaboración con Washington, Corea del Sur informó que está lista para enviar, una vez concluida la guerra contra Saddam Hussein, una escuadra de entre 500 o 600 soldados no combatientes, y un equipo de unas 150 personas entre médicos y personal sanitario, para ayudar a la reconstrucción del país.
El gobierno de Seúl tiene además bajo estudio un proyecto de ayuda por 5 o 10 millones de dólares en concepto de asistencia humanitaria para los refugiados.