Washington.- La Casa Blanca se limitó hoy a reiterar su convencimiento de que saldrá victoriosa de la operación de desarme de Saddam Hussein mientras el Pentágono, tras un primer ataque "selectivo", lanzó hoy una operación militar a gran escala en Irak.
Sin embargo, escudándose en que "estamos realmente en el puro comienzo", tanto el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, como el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, fueron hoy muy parcos en sus declaraciones, en las que coincidieron en manifestar optimismo y confianza.
Rumsfeld advirtió que "no se va a hablar de operaciones militares en curso" y Fleischer se limitó a indicar que, de los aspectos militares, informará el Pentágono, y de esta forma excusó su silencio.
El propio Presidente, George W. Bush, en unas breves palabras durante una reunión con su Gobierno, se limitó a decir que la guerra ha sido lanzada para aumentar la seguridad de Estados Unidos y que la coalición internacional "está creciendo".
Mientras, en Washington se mantiene la reserva, las tropas de EE.UU. y el Reino Unido lanzaron hoy la fase terrestre de las operaciones y entraron en suelo iraquí en dirección a la ciudad de Basora, la segunda en importancia de Irak y uno de sus principales centros petroleros.
En un mensaje que buscó transmitir confianza, Fleischer explicó que los miembros del gabinete de guerra están "concentrados en ganarla" y subrayó que, cuando el Presidente tiene confianza en que se ganará la guerra, "tiene buenas razones" para decirlo.
No obstante, el portavoz eludió pronunciarse sobre si el comienzo de la operación fue un éxito o no.
Algunos medios indicaron hoy en EE.UU. que el tibio y selectivo comienzo de esta guerra registrado en la madrugada del jueves no consiguió su objetivo de tomar por sorpresa y eliminar a Saddam Hussein y a sus más directos colaboradores.
Fuentes del Gobierno indicaron que el espionaje estadounidense recibió información sobre la posible localización de Saddam Hussein, por lo que se recomendó a Bush que ordenara el ataque el miércoles por la noche -se lanzaron misiles de crucero y bombas dirigidas- para no perder la ocasión.
En el Pentágono, fuentes militares describieron esta operación como "un ataque de decapitación" destinado directamente a Saddam Hussein. Pero aparentemente no tuvo éxito.
Unas horas después, la televisión iraquí mostró a un Sadam, quizá un poco más delgado de lo habitual, vestido con uniforme militar y con unas grandes gafas de montura oscura, destacando ante su país la crueldad del ataque estadounidense.
Algunas diferencias palpables entre la imagen habitual del líder iraquí y la aparecida hoy por televisión dieron lugar a todo tipo de análisis e hipótesis que apuntaban la posibilidad de que el que compareció ante las cámaras fuera un doble y no el Presidente iraquí.
La Casa Blanca afirmó que "se está analizando" la grabación para determinar si se trata o no de Saddam Hussein.
Otras fuentes han indicado que no tienen constancia de si el video fue grabado antes o después del ataque del miércoles.
De cualquier manera, Fleischer dijo que EE.UU. "mantiene la esperanza" de que Sadam Husein abandonará Irak y subrayó que también espera que "los militares iraquíes no sigan sus órdenes" porque "no es demasiado tarde para que lo hagan".
Fleischer dijo no tener confirmación de que algunos iraquíes pudieran haber prendido fuego a pozos petrolíferos en el sur de Irak, uno de los grandes temores del Gobierno de Washington.
"Hemos recibido informes de nuestras fuerzas de que un pequeño número de prospecciones petrolíferas en el sur de Irak están ardiendo. Pero no tenemos detalles que indiquen la magnitud del daño causado", dijo Fleischer.
Esta posibilidad ya había sido anticipada por EE.UU. -de hecho el Presidente George W. Bush, cuando lanzó el pasado lunes el ultimátum a Saddam Husseín se refirió a ella- y en principio esas supuestas acciones iraquíes no causan mayor preocupación.
Fleischer subrayó que los suministros de petróleo del mundo son suficientes como para compensar este tipo de actos, y añadió que "Arabia Saudita y otros importantes suministradores de petróleo están incrementando su producción y sus exportaciones tienen lugar con normalidad".