BAGDAD.- Irak negó hoy que tropas de EE.UU. hayan penetrado en el sur iraquí y acusó a ese país de atacar a civiles, en un incremento de su campaña de propaganda que se produce en paralelo al de la ofensiva militar estadounidense.
"Los enemigos no han atravesado la frontera", dijo el ministro de Electricidad, Shaban Mahjub, para desmentir las noticias precedentes del vecino Kuwait de que han tomado ya la isla de Fao y el puerto de Um Qasr.
En una visita organizada para la prensa a la central eléctrica de Al Dura, en las afueras de esta capital, el funcionario también rechazó que los bombardeos de anoche sobre Bagdad tuvieran solo como objetivos los edificios e instalaciones oficiales.
"Esa gente está loca, no es cierto que únicamente atacaran esos blancos. No distinguen entre civiles y militares", afirmó en declaraciones a la agencia EFE.
Mahjub dijo que diez redes de distribución eléctrica fueron alcanzados en la ciudad, pero no reveló los lugares y tampoco el número de personas a las que habría afectado el corte del suministro de energía.
"También bombardearon viviendas y hospitales", agregó, sin ofrecer mas previsiones.
Llevados en autobuses puestos a su disposición por el ministerio de Información, los periodistas pudieron comprobar en Al Dura que más de una docena de escudos humanos han tomado posiciones en la central eléctrica.
Todos ellos dijeron que se encuentran en buen estado y que las autoridades iraquíes no les han obligado a permanecer en la instalación.
Las entrevistas con los pacifistas se produjeron mientras media docena de empleados de la central coreaban con el puño en alto el lema "entregaremos nuestra sangre y nuestro alma a Sadam".
Tras la visita a Al Dura, los periodistas fueron conducidos al hospital Abdel Majid, en el barrio de Karrada y donde funcionarios sanitarios les mostraron a siete civiles heridos por los ataques aéreos.
Ahmed Sabar, de 18 años y que tenía las dos piernas y un brazo vendados, explicó que estaba en el jardín de su casa del área de Zafaríya cuando "recibí metralla" por el impacto de un misil en las proximidades.
Amar Wahid, que se presentó como periodista de la publicación Sabah, comentó que había sido herido "de carácter leve" por la caída de la puerta de su vivienda debido a la onda explosiva de la bomba que -dijo- cayó "a cinco metros" de la casa.
La campaña asimismo se reflejó hoy viernes, día santo musulmán, en las mezquitas de Bagdad, cuyos imanes redoblaron sus llamados a la "Jihad" o guerra santa.
"Combatiremos a los infieles y los derrotaremos con la ayuda de Dios", proclamaron con voz enardecida en prédicas que se podían escuchar en el exterior a través de los aparatos de megafonía instalados en los alminares.
Las autoridades han suspendido desde el inicio de la guerra la captación de las televisiones árabes por satélite que hasta entonces suponían para los iraquíes la principal fuente de información sobre lo que pasa en el resto del mundo, ya que tienen prohibido captar las occidentales.
También estrecharon su control sobre los corresponsales extranjeros y funcionarios del ministerio de Información han comenzado a visitarlos en las habitaciones de los hoteles para retirarles sus equipos, ya que solo se permite transmitir desde el centro de prensa oficial.
Al menos veinte teléfonos por satélite fueron requisados en las últimas horas, cuando el mismo número de periodistas se quedaron sin sus instrumentos de trabajo.