WASHINGTON.- Saddam Hussein "está empezando a perder el control de su país", afirmó el viernes el secretario de Defensa Donald Rumsfeld, luego de que las tropas estadounidenses lanzaron el esperado ataque en gran escala.
A un bombardeo masivo desde el aire se sumó un gran avance de tropas terrestres estadounidenses y británicas, que ya penetraron más de 160 kilómetros (100 millas) en territorio iraquí, ingresando por el sur, indicó el general de la aviación Richard Myers, jefe del estado mayor conjunto.
Myers anunció que se viene un intenso bombardeo aéreo "en el que se atacarán varios cientos de blancos militares en las próximas horas".
Rumsfeld y Myers hablaron con la prensa en el Pentágono poco después de comenzado el ataque.
Mientras Bagdad era sacudida por enormes explosiones, funcionarios estadounidenses seguían negociando los términos de rendición con varios oficiales iraquíes.
La campaña aérea se había limitado a blancos selectos hasta ahora, pero se intensificó enormemente tras la penetración de tropas terrestres en territorio iraquí.
Las autoridades militares estadounidenses han dicho que se proponen lanzar un ataque de una escala tal que debería paralizar de miedo a los iraquíes y forzar la rendición de sus tropas antes de que las fuerzas invasoras lleguen a Bagdad.
Cuando se le preguntó si el hecho de que hubiese comenzado el ataque en gran escala implicaba que los iraquíes todavía no se rinden, Rumsfeld respondió: "Eso denlo por seguro".
"Pero el régimen está empezando a perder el control del país. Crece la confusión entre los oficiales iraquíes. Están perdiendo la capacidad de ver lo que está pasando en los campos de batalla", indicó Rumsfeld.
Estados Unidos tiene una enorme flota de aviones de combate listos para el bombardeo en gran escala.
Se calcula que hay unos 250 aviones de la armada en cinco portaaviones, tres en el Golfo Pérsico y dos en el Mediterráneo. Los aparatos de la fuerza aérea están concentrados mayormente en Kuwait y Katar.
Todos estos aparatos son capaces de tirar bombas y misiles de alta precisión.
Las tropas estadounidenses y británicas encontraron algunos focos de feroz resistencia y muchas banderas blancas en su avance.
La guerra registró las dos primeras bajas estadounidenses en combate el viernes al fallecer dos infantes de marina durante escaramuzas en al sur de Irak.
Ambos pertenecían al 1er Cuerpo de la Fuerza Expedicionaria de la infantería de marina. La primera baja se produjo cuando una unidad tomaba un campo petrolífero, la otra durante un combate cerca del puerto de Umm Qasr.
Horas antes, ocho británicos y cuatro estadounidenses murieron al estrellarse un helicóptero, en lo que fuentes militares británicas describieron como un accidente.
Las tropas tomaron dos pistas de aterrizaje al oeste de Irak, conocidas como H-2 y H-3, sin encontrar mucha resistencia en su avance, según fuentes militares.
Se cree que esas dos pistas son importantes porque los iraquíes tendrían allí misiles "scud".
Una tercera pista, H-3, ha sido una de las principales instalaciones militares de los iraquíes.