SEUL.— Corea del Norte canceló las conversaciones sobre economía programadas para la próxima semana con su vecino del sur, y acusó el sábado a Seúl de agravar las tensiones regionales al declarar en alerta a sus fuerzas militares.
El anuncio norcoreano sugirió que el país comunista podría también suspender otra serie de conversaciones bilaterales, más importante, prevista para el mes próximo, la cual buscaba relajar las tensiones sobre los supuestos programas de armamento nuclear de Pyongyang.
"El comportamiento de las autoridades surcoreanas representa una vulgar trampa para su socio en el diálogo y es un acto negligente para tender un obstáculo artificial en el camino de los contactos y del diálogo bilateral", señaló el gobierno norcoreano en una declaración difundida por su agencia KCNA.
El jueves, Corea del Sur informó que sus militares estaban en estado de alerta intensificada contra posibles maniobras de Pyongyang, que buscarían aprovechar la distracción por la guerra en Irak para agravar las tensiones en la península coreana.
Aunque Seúl informó que la medida precautoria no involucraba un desplazamiento significativo de tropas, Corea del Norte consideró el viernes que la decisión constituía un acto de "hostilidad intolerable".
Corea del Sur y Estados Unidos, su aliado crucial, realizan además maniobras bélicas conjuntas, aunque ambos países afirmaron que las prácticas tienen un carácter meramente defensivo. Norcorea ha asegurado que las maniobras representan el ensayo para una invasión.
La declaración norcoreana del sábado señaló que las prácticas estaban "llevando la situación en Corea al borde de la guerra".