WASHINGTON.- En una evaluación del avance de las tropas estadounidenses y británicas sobre Irak, el Pentágono reconoció que aún no hay informaciones de que se hayan encontrado armas biológicas o químicas en ese país.
Sin embargo, el organismo de defensa estadounidense informó que ya se encuentran operando en el norte de Irak grupos de fuerzas especiales con la misión de buscar rastros de esas armas y destruirlas.
Con respecto a la ofensiva de tropas anglo-estadounidenses sobre Irak está logrando "progresos considerables", aunque se teme que la resistencia iraquí se haga más intensa.
En Bagdad serían los enfrentamientos más crudos, ya que la Guardia Republicana iraquí está dispuesta a defender esa ciudad y no se espera que se entreguen como sucedió hasta ahora con las fuerzas iraquíes en el sur del país.
Las fuerzas de Estados Unidos y el Reino Unido continúan su progresión en varios puntos de Irak. La vanguardia de la 3 División de Infantería Mecanizada se ha internado unos 240 kilómetros, afirmó el general Stanley McChrystal, subdirector de operaciones del Estado Mayor Conjunto.
Añadió que en las últimas 24 horas, las tropas de Washington y Londres han lanzado sobre Irak más de 400 misiles Tomahawk disparados desde barcos, unos 100 misiles disparados desde aviones y varios cientos de bombas dirigidas.
"Más de mil incursiones han sido realizados contra varios centenares de blancos en Irak (el viernes)", declaró el general McChrystal.
Según la evaluación del Pentágono, Estados Unidos ha capturado entre mil y dos mil iraquíes como prisioneros de guerra.
"Las fuerzas aliadas han encontrado evidencia de soldados iraquíes que han desertado", dijo el general.
La portavoz del Departamento de Defensa estadounidense, Victoria Clarke, admitió que existen "obstáculos impredecibles" en la invasión a Irak.
"Hay muchos factores desconocidos y tenemos que ir día a día. La única certeza es el resultado: el final del régimen" de Saddam Hussein, dijo Clarke, quien pidió "cautela" a los periodistas que cubren la invasión anglo-estadounidense.
Afirmó que las operaciones se realizan para causar "el menor daño colateral posible".