CAMPAMENTO DE AS SAYLIYA, Qatar.- La invasión a Irak fue impulsada por la negativa de Bagdad de renunciar a supuestas armas de destrucción masiva, pero a cuatro días del comienzo de la guerra las fuerzas militares no han encontrado ninguna y los iraquíes tampoco las han utilizado.
Analistas creen que el Presidente iraquí Saddam Hussein decidió no usar armas químicas o biológicas por temor a una represalia masiva, o tal vez porque está esperando que Bagdad y otros puntos estratégicos sean atacados.
Por cierto, Estados Unidos advirtió a Hussein en pocas palabras sobre las consecuencias, con indirectas de represalias nucleares. El líder iraquí dijo que no tiene armas prohibidas.
"Alguien me preguntó no mucho tiempo atrás 'Qué pasará si este régimen utiliza armas de destrucción masiva'", dijo el comandante general Tommy Franks. "Y mi respuesta fue 'ganaremos'".
Washigton y Londres dijeron que sus tropas no han encontrado evidencia de armas químicas o biológicas y ninguno de los misiles disparados por Irak eran los prohibidos Scud.
Israel, que fue blanco de 39 misiles Scud iraquíes durante la Guerra del Golfo de 1991, preparó esta vez un multi-billonario sistema protección contra de misiles.
Pero hasta ahora no ha sido un objetivo, y mientras las fuerzas lideradas por Estados Unidos se acercan a Bagdad las probabilidades de un ataque sobre Israel disminuyen.
Frank dijo en una conferencia de prensa el sábado que las armas prohibidas probablemente estén más adelante en el camino de las tropas invasoras y el portavoz principal británico del Comando Central en Qatar, el capitán Al Lockwood, dijo que tal vez algunas quedaron por el camino.
"Recuerden que estamos progresando, y estamos progresando a una velocidad bastante buena, y toma tiempo buscar incluso en aquellas áreas que ya hemos cubierto", dijo Lockwood a Reuters.
Los misiles Scud, junto con armas químicas, biológicas o nucleares, están entre las armas prohibidas para Irak, según las sanciones de las Naciones Unidas impuestas tras la derrota en Kuwait en 1991.
El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y su aliado el Primer Ministro británico, Tony Blair, acusan a Irak de haber violado las resoluciones y sostienen que Hussein podría suministrar dichas armas a grupos como Al Qaeda.
Si esas armas no aparecen, la situación será muy embarazosa para Bush y Blair, quienes comenzaron la guerra sin el apoyo de aliados clave en las Naciones Unidas.
Pero si Irak se defiende con dichas armas, los riesgos para las fuerzas militares aliadas serían bajos, pues tienen trajes y máscaras protectoras, y los beneficios políticos serían altos.
"El mayor impacto de cualquier uso de armas químicas o biológicas sería, de hecho, político, dándole a Estados Unidos y Gran Bretaña la opción de decir 'les avisamo' al bando anti-guerra", dijo Francois Gere, director del Instituto de Defensa y Diplomacia de Francia.