WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se mostró hoy satisfecho sobre los progresos hechos por las fuerzas militares de la coalición en Irak, a la vez que instó a Bagdad a tratar de manera humanitaria a eventuales prisioneros de guerra estadounidenses, en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
"Lentamente, pero con seguridad, estamos alcanzando los objetivos", dijo Bush, a la vez que consideró que "este es el comienzo de una lucha difícil".
El Mandatario dijo que la guerra podría extenderse más tiempo del previsto inicialmente y que la coalición anglo-estadounidense recién se encuentra en la fase inicial de la campaña. Sin embargo, consideró que es claro que el líder iraquí Saddam Hussein pierde el control sobre el país.
Estados Unidos está poniendo en práctica "un plan que hará más fácil" llegar a los objetivos y además permitirá minimizar las bajas civiles, indicó el Presidente. Bush anunció que los pozos petroleros en el sur del país "están resguardados".
El Presidente también advirtió a Turquía que no envíe tropas al norte de Irak. Bush sostuvo que Washington dejó muy claro ante las autoridades de Ankara que no debían enviar tropas al norte de Irak.
Asimismo, Bush aseguró a Turquía que Estados Unidos trabaja conjuntamente con los kurdos para asegurar que no se produzca ningún incidente que pudiera llegar a ser tomado por Ankara como un motivo para entrar en el norte de Irak.
Mandatario pidió "trato humano" para prisioneros de guerra
George W. Bush fue informado hoy por los jefes militares estadounidenses sobre las bajas en la violenta batalla de Nasiriya, al sur de Irak, y sobre la posible ejecución de prisioneros, tras lo cual reclamó a Bagdad que "trate humanamente" a los soldados norteamericanos que cayeron en sus manos.
Bush sostuvo que no tenía confirmación de la toma de prisioneros estadounidenses por parte de las fuerzas iraquíes. Pero, en caso de confirmarse, instó a Bagdad a tratar bien a los soldados capturados, al tiempo que expresó su solidaridad a las familias de los efectivos estadounidenses.
Casa Blanca adelantó inicio de la guerra
Algunas informaciones reveladas hoy por funcionarios estadounidenses, revelan que la Casa Blanca decidió adelantar el inicio de la guerra en Irak 48 horas para tratar de acabar con Saddam Hussein y sus principales colaboradores, pero sigue sin saberse la suerte del líder iraquí.
Además, Estados Unidos inició las operaciones de forma secreta horas antes, con el envío de varios cientos de soldados de las Fuerzas Especiales a varios puntos de Irak para iniciar sabotajes y operaciones.
Los informes de agentes de la CIA y de las fuerzas especiales que operaban en Irak habrían incidido en el lanzamiento del ataque luego de que revelaran el paradero del líder iraquí.
Según publica hoy el diario "The Washington Post", la Casa Blanca tenía previsto iniciar la guerra con su campaña de bombardeos aéreos masivos el viernes 21 hacia las 18:00 GMT (16:00 en Chile), mientras que la ofensiva terrestre comenzaría nueve horas después.
Unos 31 grupos de las Fuerzas Especiales, 300 hombres en total, habían sido infiltrados en Irak en la tarde del miércoles 19, antes incluso de que concluyera el ultimátum que Bush había lanzado a Saddam Hussein para que abandonara el país.
La misión de esas unidades era realizar sabotajes y establecer vigilancia en torno a supuestos emplazamientos de armas de destrucción masiva o misiles Scud.
Sin embargo, el director de la CIA, George Tenet, acudió a la Casa Blanca con información de última hora acerca de la presencia de Saddam y otros importantes miembros de su régimen en un complejo en el centro de Bagdad, aparentemente para pasar la noche.
"Teníamos información de inteligencia muy buena sobre la localización del liderazgo, incluido Saddam Hussein", explicó hoy el general Richard Myers, jefe del Estado Mayor Conjunto.
Myers señaló, en declaraciones a la cadena de televisión Fox News, que al recibirse esa información de la CIA se puso en marcha "un ataque contra ese objetivo y los proyectiles se lanzaron sobre él".
Tras una reunión de tres horas en la Casa Blanca, Bush y sus asesores decidieron cambiar totalmente los planes y lanzar un ataque "quirúrgico" para tratar de descabezar al régimen iraquí, al que se seguía la pista desde hacía tiempo.
Un avión F-117 lanzó dos bombas dirigidas de 900 kilos cada una sobre el edificio, denominado en clave "granja Dora", que luego recibió unos 40 misiles de crucero Tomahawk procedentes de varios buques de la Marina.
Myers, en sus declaraciones de hoy, reconoció que sigue sin conocerse el destino de Saddam Hussein y sus dos hijos.
Hay informaciones de prensa acerca de si el líder iraquí pudo haber sido sacado en camilla del edificio, y Myers reconoció que "es difícil de corroborar".
Inicialmente se dijo que uno de sus dos hijos, Uday, podría haber muerto en el ataque inicial.
Posteriormente la CIA dijo que en ese ataque podrían haber muerto el vicepresidente iraquí, Taha Yasin Ramadan, Izzat Ibrahaim al Douri, otro asesor clave del líder iraquí, y Ali Hasan Majid, primo de Sddam y conocido como "Alí el Químico" por haber dirigido el uso de armas químicas contra los rebeldes kurdos del norte en 1988.
Sin embargo, Ramadan y "Alí el Químico" han sido vistos desde entonces, lo que ha restado validez a esos análisis.
A la mañana siguiente del ataque aéreo inicial, el general Tommy Franks, jefe del Mando Central de las Fuerzas Armadas y encargado de las operaciones, recomendó adelantar la ofensiva terrestre, que finalmente se lanzó a las 22.00 del jueves (hora de Washington), exactamente 24 horas antes de lo previsto.
En cambio, el bombardeo a gran escala, denominado el "Día A", se mantuvo como estaba previsto, y comenzó el viernes.
Este cambio de última hora estuvo en consonancia con la forma en que se han elaborado los planes del Pentágono para invadir Irak, y que han sufrido más de 20 versiones y variantes desde que comenzaron a ponerse en marcha, en enero de 2002.